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Poco después de que Niol se fuera, dos plebeyas se pararon frente a la mesa esperando ser atendidas. El vendedor se disculpó con sus amigos y las atendió. “Dos bolsas de carne molida, por favor”. Pidieron y él respondió: “Tres monedas.”
Una sacó las monedas de su bolsillo y se las entregó al vendedor quien enseguida les agradeció y les preparó la carne con un cucharón de madera. Con tres raspaduras de carne llenó dos bolsas y entregó. Recibió agradecimiento a cambio. Un día normal en la Nación Qui.

Mientras tanto Xue-Yun aprovechó su tiempo a solas y sacó el trozo de madera que traía consigo para tallar una nueva figura. La figura que le prometió al sirviente Nanon. Sentado solo en la mesa de su habitación matrimonial, talló un caballo. Poco a poco. Cuidadoso con el cuchillo. Sonreía al hacer lo que más le gustaba y esperaraba que este juguete también hiciera sonreír al niño. Tallar es un arte para el cuál el tiene talento.
Mordiéndose el labio inferior con indicios de una sonrisa, propone tallar el lomo del caballo.

Sopla el polvo y continúa. Le duele la espalda, pero no para.

Hasta que está terminado. —Hola, amiguito. — Saluda y gira su creación. Asombrado por ello. Su creación, aunque pequeña, es muy hermosa: un caballo de patas cortas, corta longitud y cabeza grande. El pelo de la parte delantera y de la cola tiene trazos ondulados que lo simulan muy bien.

—Espero que le gustes a nuestro pequeño cliente. — Xue-Yun sonríe y rápidamente abandona su asiento. Corre por el pasillo en busca de su sirviente. Afortunadamente, lo encuentra al final del mismo hablando con otros sirvientes. Xue-Yun corre hacia él y, cerca, trota, hasta detenerse detrás. «Disculpa, Nanon. » Cuando dice eso, los demás se retiran y él agradece al cielo por ello. Nanon se da vuelta.

-Señorito.

—Hola, Nanon. Te hice esto. — Desoculta el juguete tras su espalda y un grito ahogado abandona los labios del sirviente. «De ninguna manera. Realmente lo hiciste, señorito. » Nanon sonríe.

-¿Te gusta? Temo que a tu hermano no--

-Es perfecto. Lo golpearé en la cabeza si no le gusta. — Su respuesta es instantánea y no pensada. Xue-Yun ríe, «¿Le pegarás a tu hermano pequeño? ». —Tienes hermanos, debes entender el sentimiento.

—Aunque tengo nunca le di un golpe en la cabeza a ninguno. Sobre todo porque mi padre no me enseñó a pelear y todos sabían hacerlo. Puedo levantar una espada, pero no tengo la fuerza ni la capacidad para blandirla y mucho menos evitar un golpe de una de esas. Admiro a mis hermanos por eso.

—Señorito, ¿puedo decirte algo?

-Por supuesto.

—Si esa es la razón por la que no enfrenta a su marido, entonces al menos puede decirle “No” fuerte y claro. Sujételo por la muñeca cada vez que la levante para abofetearlo, — Nanon toma una de las manos del rey y la cierra alrededor de su muñeca para levantarla en el aire simulando un intento de abofetear. Ambos se miran fijamente. Xue-Yun aprendiendo mientras que Nanon enseñando. -di “No”. — Su voz es cálida y áspera.

-Decir “No”. Gracias Nanon, lo intentaré. — Xue-yun baja su muñeca y afloja el agarre para masajear su piel. Nanon mira fijamente esa mano delgada y suave. Tiene el peso de un hombre pero también la belleza de uno.

—El rey ha llegado. — Anuncia un sirviente en el piso de abajo y Xue-yun se disculpa para recibir a su marido. Nanon siente el frío enroscar su muñeca y desvanecer todo rastro de calor. Él asiente y sigue a Xue-yun con la mirada. —Una cosa más, señorito. — De repente recuerda algo.

— ¿Sí, Nanon? — Xue-yun gira, atento.

—Convencí algunos sirvientes para tu escape. Es posible que puedas regresar a casa el sábado, cuando el rey Tor no vuelva hasta la medianoche.

MIS AMADOS HIJOS⚜︎ MewGulf -TorGunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora