Montaña equivocada
Declan Rosti
10:45 pm, Alpes de Gstaad. Suiza.
La helada baja por las montañas vestidas de nieve, la luna es nuestro único foco de luz en la punta más alta de uno de los Alpes de Gstaad. Analizo mi alrededor mientras todo se mantiene en silencio, las hojas de los árboles se estremecen con el paso de la ventisca.
Empuño el bastón de esquí y clavo su punta en el piso cubierto de nieve y barro para organizar mejor mis guantes.
─ ¿Ven algo? ─ Pronuncia Emmett en el auricular.
─ Negativo ─ Responde Levi.
─ Estén atentos a cualquier movimiento sospechoso ─ Ordena Emmett ─ Les mandaré el mapa completo del lugar, las coordenadas y posibles movimientos.
─ Bien ─ Dice Alec, y Emmett apaga el auricular.
Esta misión entra a ser una de las más complejas que hemos tenido últimamente, los mercenarios del Congo están en Suiza, a las afueras del pueblo de Gstaad, justo en las montañas de Giferspitz donde yace una de las fortalezas y resguardos de armas más importante para la bratva, la mafia rusa. Tal parece, los mercenarios del Congo se han aliado con la peste de la bratva para el uso de estos arsenales.
Debemos impedir que las armas sean transportadas hasta la capital, Berna, para eso evitaremos todo desde nuestro punto en Gstaad con una estrategia implementada por Alec, quien es el Ranger del escuadrón y quien conoce mejor esta zona. Pero para ello, debemos esperar la señal de Emmett, quien está en la base de cómputo oculta en el pueblo observando los puntos por donde podremos ingresar y atacar, sin dejar de lado los puntos más peligrosos.
Saco los binoculares de uno de los bolsillos laterales del pantalón camuflado, y trato de divisar lo que hacen los mercenarios a las afueras del resguardo de armas. Hay aproximadamente siete hombres en la entrada, con beanies, chalecos y armas de largo alcance, tres de ellos están sacando grandes baúles negros de la casa amaderada, al parecer ahí llevan las armas blindadas, hay dos camiones estacionados y siendo cargados. En total, un aproximado de doce hombres, pero supongo que debe haber más adentro de la casa.
Somos solo seis contra esos sujetos.
Garrett, quien está a tres cuerpos a la izquierda, suelta un bostezo y se estira quitando las perezas de su cuerpo.
─ ¿Cuánto más debemos quedarnos aquí? ─ Protesta ─ Ya deberíamos estar en las motos yendo a casa, tengo hambre.
─ Deja de llorar y pon atención ─ Levi lo reprende, luego me mira ─ Declan, cuantos ves?
─ Pueden superar los doce soldados, todos armados y con chalecos ─ Respondo y bajo los auriculares.
─ Son bastantes, ─ Dice Alec ─ únicamente somos cinco.
─ Seis ─ Corrige Garrett. Efectivamente, éramos cinco para un enfrentamiento a corta distancia, el sexto es Oceane, el sniper, quien está posicionado mucho más adelante y oculto entre la montaña, la nieve y las rocas, su posición nos ayudará a tener una mano extra efectiva en el ataque, pues Oceane es nuestro francotirador.
Levi prende su comunicador.
─ Oceane, dame tu posición ─ Ordena.
Todos guardamos silencio para escuchar a Oceane, es el que más cerca esta de los mercenarios. Pero no llega ninguna respuesta. Levi vuelve a intentar desde su radio, su ceño se frunce al desesperarse.
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AURORA MERCENARIA © Saga. 𝑅𝑜𝑦𝑎𝑙 𝑀𝑎𝑓𝑖𝑎
Science FictionAURORA MERCENARIA © Viviendo entre los Alpes suizos en uno de los pueblos más llamativos de la robusta Helvetia, Declan Rosti, quien es un productor artesanal de cerveza suiza, lleva una vida tranquila junto con sus dos perros, sus amigos, y las per...