Un instituto lleno de oscuros secretos, que serán revelados al una estudiante, sufrir un aparatoso accidente, que más que eso, es un intento de asesinato.
¿Haz escuchado alguna vez sobre que nuestra alma es el reflejo de otra? O ¿qué los mellizos o...
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—Claro que estudié, no seas estúpido, Ni-Ki—dijo un Kim SuNoo entrando a su salón de clases.
El pelinegro se detuvo al notar algo extraño.
En la primera banca de la columna del medio se encontraba una persona de cabellera negra durmiendo.
—¿Y ese quién es?—preguntó el japonés pasando de lado a Sunoo para acercarse al desconocido.
—Ni idea—murmuró el Kim acercándose también.
Ambos estaban muy cerca del joven al que no conocían cuando el timbre sonó asustando a los dos más jóvenes que se alejaron.
La puerta se volvió a abrir, y su compañeros comenzaron a entrar al salón; aunque todos se detenían confundidos al ver a ese joven que dormía tranquilamente.
—¿Quién es ese?—preguntó Wonyoung entrando con sus amigas, las cuales se encogieron de hombros.
Ni las chismosas sabían sobre la llegada de un nuevo estudiante, eso sí era sorpresa.
Todos fueron a sus asientos, y estuvieron expectantes a que el joven alzase el rostro. Cosa que no pasó.
—Buen día estudiantes—saludó el profesor Oh Sehun entrando al salón y robando unos cuantos suspiros de algunas adolescentes—. El día de hoy tenemos un nuevo estudiante. SeunJin, ven a presentarte.
Y el joven desconocido— que ahora respondía al nombre de SeunJin— se levantó de la silla de manera veloz, era de estatura promedio, dió algunos pasos hasta quedar a la par del docente antes de girarse para mirar a sus nuevos compañeros.
El joven era pálido, un pendiente largo estaba en su oreja izquierda cosa que sacó a muchos de lugar, esa escuela era muy estricta. Y lo más curioso era la mascarilla negra que usaba.
—Buen día, soy SeunJin, y espero cuiden de mí—se presentó en un tono de voz que no mostraba emociones.
SeunJin, su nombre era casi como el de la idiota y llorona SeunYi, la chica que luchaba por mantenerse con vida, y que la mayoría de ese salón quería muerta.
—Profesor—llamó Wonyoung alzando la mano.
—Diga señorita Jang.
—El código dicta que no se deben usar accesorios extras al uniforme como lo son las mascarillas, y a los varones no se les permite el uso de aretes de cualquier forma.
—Es cierto, tristemente SeunJin tendrás que quitarte la mascarilla—y la Jang sonrió, ansiosa por ver el rostro del joven aquel.
—Si no tengo de otra—y con cuidado se quitó la mascarilla, dejando ver su rostro sin imperfecciones.
Era muy lindo y más de una chica se sintió amenazada. En Corea los hombres cuidaban su piel para verse guapos, pero ese chico lo hacía muchísimo más.
—Dame la mascarilla, SeunJin, te la daré al finalizar el día—y el chico lo hizo—. Dile algo a tus compañeros para que sepan sobre tí.
—¿Cómo qué?
—¿Alguna pregunta para SeunJin?
Y los jóvenes se miraron antes de que un varón alzara la mano. Jake Shim ya no controlaba su curiosidad.
—¿Por qué te cambiaron de escuela a medio año escolar?
—Eso es algo que solo me debería importar a mí —respondió de forma mordaz mirando al suelo. Sus ojos vacíos fueron al joven que había hecho la pregunta, él cual se encogió en su silla—, pero respondiendo a la pregunta del compañero Shim—y Jake abrió sus ojos desmesuradamente al escuchar su apellido salir de los labios de ese desconocido—, vine a estudiar y mantenerme al orden con el contenido mientras mi hermana se recupera.
—¿Hermana?—preguntó Taesan en voz baja, pero ante la falta de sonido fue escuchado muy claramente.
—Sí, mi hermana, SeunYi, la chica que fue agredida en esta escuela. Mi hermana melliza, la luz de mis ojos—y SeunJin se acercó hacía las bancas cruzándose de brazos antes de sonreír de manera tétrica—. Prepárese clase 1-A, ya que están acabados.
Y todos se miraron algo asustados para luego ver a su profesor.
—¡Ay, chicos!—exclamó un sonriente Sehun— SeunJin solo bromea. Deberían ver sus caras de asustados.
Pero ellos sabían que ese chico no bromeaba. No cuando se podía ver el odio en su mirada, oculto tras su sonrisa.
SeunJin el hermano mellizo de SeunYi, la chica que casi asesinaron.
El chico recién llegado se sentó en su banca frente a Wonyoung, antes de girarse y sonreírle.
—No me quitaré el arete, niña bonita, ahora cierra la puta boca o la próxima que te enfrentes a mí, te voy a lastimar.
Uno había sido culpable, pero 23 habían sido cómplices. 24 chicos estaban en su lista, y los haría pagar uno a uno, hasta dar con el culpable.
SeunJin había despertado. El karma y la venganza había llegado al salón 1-A.
Wonyoung.
YuJin
Hyunseo.
Gaeul.
Liz.
Rei.
Jaehyun.
Taesan.
WoonHak.
LeeHan.
Sungho.
Riwoo.
Heeseung.
Sunghoon.
Jongseong.
JungWon.
SuNoo.
Jake.
Ni-Ki.
Chaewon.
Kazuha.
Yunjin.
Sakura.
Eunchae.
¿Quién era el culpable? ¿Quién sería el incitador del juego más violento que SeunJin hubiese creado?
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