Capítulo 3: Gracias

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Una semana ya había pasado, donde DakHo se la pasaba regresando a la cafetería con la excusa de que el café del lugar era el mejor del pueblo (cosa que era cierta en parte) pero, la única razón por la que regresaba era por JiMin, quien ya estaba h...

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Una semana ya había pasado, donde DakHo se la pasaba regresando a la cafetería con la excusa de que el café del lugar era el mejor del pueblo (cosa que era cierta en parte) pero, la única razón por la que regresaba era por JiMin, quien ya estaba harto de tener la presencia insistente del hombre.

— Vamos, una salida no vendría de más — el chico se recostó en la barra mirando al castaño quien preparaba los platos para una mesa.

— Le he dicho mil veces que no estoy interesado, ya deje de insistir, no ve que estoy trabajando — el contrario bufo y su semblante ahora no era de un travieso que quería que le compartieran lo que deseara, su semblante se oscureció y por un momento JiMin pido jurar que la imagen era incluso más aterradora y fría que la de cierto castaño que se mantenía alejado de ellos en una de las mesas.

Ese era otro que regresaba a la cafetería todos los días durante esa semana. Sus ojos penetraron el cuerpo de quien le daba la espalda, aquella abrupta acción de levantarse de golpe lo puso en alerta, aunque no fue el único. Todos en el lugar prestaron atención a cómo aquel muchacho se levantó y se retiró con prepotencia. 

JiMin suspiro y se llevó la mano a la frente, su cabeza había adquirido una jaqueca insoportable cada vez que odiaba con el joven Kim.

— No se fue muy contento — Jeon se acercó a la barra y trato de llamar la atención del más bajo, quien mantenía su mirada en el piso — Hey, JiMin — se inclinó sobre la barra y sacudió su mano frente al rostro del castaño claro, quien reaccionó y miró al más alto. Hizo un ademán con el dinero en mano y lo dejó sobre la mesa para darse la vuelta y retirarse.

JiMin miro el dinero y lo agarro para ponerlo en la caja, dejando ahí lo de su propina que siempre le dejaba el que se acababa de retirar.

Park siempre se hacía una pregunta, y es que cada vez que hablaba con aquel hombre su voz sonaba fría y tosca, pero había algo en el que a JiMin no le incomodaba, tal vez era el poco interés que mostraba hacia su persona el que lo hacía sentirse cómodo con aquel individuo.

Jeon caminó un rato detrás de DakHo, manteniendo la misma distancia de un metro para no llamar la atención de quien caminaba frente a él.

Vio cómo ingresaba a una nueva cafetería y por el ventanal podía ver como le coqueteaba de la misma forma con la que lo hacía con JiMin. La única diferencia era que la muchacha reaccionaba de buena forma a su coqueteo.

Hizo una mueca y se retiró. Subió a su moto, una hermosa Harley Davidson softail  la cual la mantenía oculta detrás de un callejón. Se subió y colocó el casco negro mate en su cabeza, bajando el vidrio de este y encendiendo el motor arrancando esta.

Llegó justo a su hogar, donde lo compartía con muchos otros asesinos. Un moreno alto que estaba cómodamente desparramado sobre el sofá de la sala lo recibió. 

— JK, ¿ya de vuelta?

— NamJoon, Sí, el maldito de DakHo regresó a su casa. Además creo que tengo la suficiente información para proceder con el siguiente paso — se sentó sobre el sofá individual y miró al contrario con una sonrisa y una ceja levantada.

Killer Lover - 국민 [KookMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora