Doctor Infiel

No era cierto

Jm seguía con su mirada perdida, es como si no conociera a las personas que estaban a su alrededor, y eso tenía Jk muy pensativo.

Un mes después

Jm había sido dado de alta y fue llevado a un hotel en el que Jk se estaba hospedando, para ahí cuidar de él hasta que se recuperara por completo.

Jk lo llevaba a rehabilitación todos los días, ya que quería que Jm recuperara su movilidad lo antes posibles, pues extrañaba todas las cosas que hacían juntos, sus conversaciones, como se divertían y se daban amor cada vez que querían.

Anhelaba tanto escuchar su voz y que le dijera cuánto lo amaba como él solía hacerlo, pero dice un dicho que nunca es tarde para empezar de nuevo y Jm y Jk tenían otra oportunidad que les dio la vida para seguir adelante y amarse hasta ponerse viejitos.

Fue un milagro que se salvaran de esa caída a la cascada, Dios nunca abandona sus hijos y cuando más lo necesitaban, pues esta historia no podía acabar ahí.

Pasaron los días y Jm estaba recuperándose poco a poco, incluso ya estaba diciendo algunas palabras, aunque no se le entendía muy bien, pero lo importante es que se estaba notando su mejoría poco a poco.

Meses después, Jm ya tenía movilidad de su cuerpo y empezó a hacerle preguntas a Jk.

Jm: ¿Quién eres tú? Y perdona la pregunta, pero es que llevo meses viendo tu rostro y no puedo reconocerte, pero lo más extraño es que siento como si te conociera de toda la vida, aunque tu rostro no lo reconozca ni tu voz.

Jm no hablaba perfectamente claro, pero ya se le entendía lo que decía.

Jk quedo en shock, pues jamás se imaginó que esto fuera a pasar, lágrimas caían de sus ojos, desde ese monto su mirada se empezó a notar muy triste y apagada.

Jk: Mi amor, yo soy tu novio, ¿Estás seguro de que no me reconoces?

Jm: No, en verdad lo siento, pero no puedo recordarte.