Capítulo 34.

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En el momento en que pisaron el hospital, Felix no podía saber quién estaba más histérico: si él, o Chan.

Aunque no fue muy difícil decidirlo, no cuando Chan lo empujó a través de la recepción en la silla de ruedas, gritando como desquiciado. Hasta Felix sintió ganas de golpearlo ante esos chillidos desquiciados.

―¡Necesito un doctor, un maldito doctor! ―gritaba Chan―. ¡Mi novio está a punto de parir a mis cachorros!

Felix cubrió su rostro con ambas manos por la vergüenza cuando las personas se voltearon a verlo. Para su fortuna, en ese momento llegó una enfermera, una híbrida de elefante, que poco más empujó a Chan a un lado y agarró la silla de ruedas de Felix para tirar de él. Fue un poco gracioso de ver, pero el omega no pudo reírse como correspondía debido a una nueva contracción que tuvo.

Chan no tardó en seguirlos, mirando con mala cara a la enfermera, que dejó a Felix en una habitación reservada para los omegas en trabajo de parto. Él era el tercero de ese día, lo que no era una sorpresa, y para su fortuna, la doctora Bae ya estaba allí revisando a otra paciente.

―Tengo miedo ―barboteó Felix, tratando de controlar sus respiraciones para no ponerse histérico como había estado Chan.

El alfa le agarró la mano, dándole un suave apretón.

―Estaré contigo en todo momento ―le aseguró el mayor―, no voy a dejarte por nada del mundo.

―¿Y si me pasa algo? ―Felix empezó a hiperventilar―. ¡¿Y si muero en mitad del parto, Chan?!

―¡No digas esas tonterías! ―se escandalizó Chan.

―¡¿Y si los bebés me rasgan desde adentro para salir, como en esa película?!

―¡No seas idiota, Felix!

Felix se puso a llorar ante el grito de Chan y el alfa enseguida extendió feromonas protectoras para calmarlo un poco. Vale, no estuvo bien haberle gritado de esa forma, ¡pero es que realmente le agarró desprevenido que dijera esa tontería!

―Agradecería que no griten tanto ―dijo la doctora Bae, llegando con una expresión de regaño―, están asustando al resto de pacientes.

―Perdón ―se disculparon los dos, amedrentados.

Joohyun comenzó a revisar los signos vitales de Felix junto con su estado en general, y fue a comprobar la dilatación.

―Estás dilatando rápido ―dijo Joohyun―, por lo tanto, ¿quieres un parto natural?

―¡No, son cinco bebés! ―se espantó Felix―. No podría... ¡Me moriría empujando tanto! Por favor, doctora...

―Entonces ordenaré que preparen el quirófano lo antes posible para que te podamos operar ―dijo la mujer―. No debes preocuparte o estresarte, ¿está bien? ¿Trajeron todo lo necesario? ―Chan asintió, levantando el bolso que había llevado en todo momento―. Mientras esperan, pueden anidar. Lo importante es que te calmes a pesar de las contracciones. Volveré a buscarte cuando tengamos todo listo para ingresarte a pabellón y una enfermera procederá a ponerte una sonda y una vía.

El omega asintió con la cabeza e hizo un mohín ante el nuevo dolor, pero para su fortuna, Chan en ese momento estaba sacando del bolso algunas prendas de ropas, las que usaba Felix cuando hacía sus nidos, junto con el cobertor de la cama. Mientras hacía eso, una enfermera apareció y procedió con la fase preparatoria del parto, para el que todavía faltaba. Una vez terminó, Chan decidió envolverlo en las telas de nido con cuidado.

―Me dará calor ―barboteó Felix, sin embargo, el aroma de Chan lo llenó casi de golpe, y sólo eso fue necesario para relajar un poco los músculos de su cuerpo―, alfa...

Wild chipmunk ♡ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora