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Tras pasar la mitad de la noche llorando en el cuarto de Aguni, el cual se dedicaba simplemente a sentarse a mi lado y acariciar con la yemas de sus dedos lo largo de mi columna vertebral, en un vano intento de parar las saladas lágrimas originada...

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Tras pasar la mitad de la noche llorando en el cuarto de Aguni, el cual se dedicaba simplemente a sentarse a mi lado y acariciar con la yemas de sus dedos lo largo de mi columna vertebral, en un vano intento de parar las saladas lágrimas originadas por el agrió pensamiento que abordaba al completo mi cabeza.

Al paso de unas horas conseguí conciliar el sueño en el momento que puse la cabeza sobre la almohada. Noté como mi cabeza se hundía por completo, y a esto, le acompañó el peso de mis párpados, los cuales se cerraron con lentitud. Permitiéndome escuchar las últimas palabras pronunciadas por el hombre posicionado en el borde la cama. Aquel hombre que me salvó de todas las formas posibles, al igual que hizo con mi madre durante años. Algo por lo que siempre estaría en deuda con él.

— Todo estará bien, Karenina. Te lo prometo.

Quizás el beso que llegue a sentir en mi frente fue suficiente para calmar los demonios que abordaban con una gran necesidad la cordura restante en mi cabeza. Y tal vez en un futuro, podría llegar a conocer el significado de dicha oración.

 Y tal vez en un futuro, podría llegar a conocer el significado de dicha oración

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Un golpe. Dos golpes. Tres golpes. Cuatro golpes.

Caí de espaldas al suelo, notando como un líquido empezaba a bajar por la comisura de mi labio. Aguni me había roto el labio inferior por culpa del puñetazo que no pude esquivar por la rapidez utilizada en sus movimientos. Lo cual llevaba pasando desde hace un buen rato.

— Joder —mumurré sintiendo unas pequeñas punzadas de dolor en la zona golpeada. Llevé dos de mis dedos a ella, tocándola suavemente en el intento de no dañar más el mismo.— Cuando te dije que quería entrenar no me refería a esto, Aguni —

— Tú misma fuiste quién me pidió esto —respondió con tranquilidad y acercándose a mí, acompañado de una sonrisa divertida en su rostro, seguramente provocada por la poca agilidad que tenía.— Sigo sin saber cómo sobreviviste en el "Pilla Pilla" —soltó una pequeña risa, acercando su mano hacia mi posición, esperando que la aceptara con la finalidad de levantarme del suelo.

Me dediqué a darle una mala mirada, y tras unos segundo, levanté mi mano y la posicioné sobre la suya, aceptando por fin su ayuda para levantarme. Al momento en el que me levanté, Aguni lanzó otro golpe; sin embargo, pude llegar a esquivarlo agachándome, a la vez que proporcionaba un pequeño golpe en su mano. Quitando así el agarre dado por su mano.

𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 -𝙎𝙃𝙐𝙉𝙏𝘼𝙍𝙊 𝘾𝙃𝙄𝙎𝙄𝙔𝘼 (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora