One-Shot

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Marinette siempre vivió una vida tranquila junto a sus padres a las afueras de la ciudad de París, aunque vivían de forma humilde ella consideraba que tenía todo lo que podía necesitar al dirigir una panadería junto a sus progenitores, ellos la querían a ella y ella a ellos.

Caminaba rumbo a una de las casas del vizconde algo apresurada para entregar el pan recién hecho en la fría mañana, sus zapatos de cuero estaban algo desgastados y le dolía caminar por suelo rocoso. Al llegar a la residencia del noble se dió cuenta de que uno de los carruajes que parecía visitar el lugar iba a arrollar su pequeño cuerpo. La única forma de salvarse fue tirarse a un costado dejando el pan desparramado por el camino.

Uff— dijo agitada Marinette, por un momento vio su vida correr ante sus ojos, su corazón latía a mil. Levantó su mirada al escuchar la puerta del carruaje abrirse y ver salir a un hombre con el cabello rubio como el oro, estaba maravillada.

Alzó su mano cuando el hombre desconocido estiró su mano para "ayudarla a levantarse". Contrario a lo que pensó, tiró una moneda de oro a su regazo y sonrió con la barbilla en alto.

No me gustan cuando los plebeyos se tiran hacia mi carruaje, toma el dinero y lárgate de mi vista.

Marinette quedó boquiabierta. En primer lugar ella era la víctima en esa situación, no se dejó llevar así que se levantó del suelo aún con la cara manchada de polvo y apretó sus puños.—¡No soy un mendigo!, mejor dile a tu cochero que vea por dónde pasa.

Se quejó y claramente el ceño del hombre se frunció, parecía no estar acostumbrado a ser tratado de esa forma.

Lo normal es no ver a una chica tan delgada como tú— miró de arriba a abajo a la panadera e hizo una seña con la mano hacia uno de sus sirvientes —Háganse cargo— y procedió a irse hasta la residencia del vizconde.

Aunque ella no podía oír con claridad pudo interpretar que el vizconde al que llevaba el pan había robado algo preciado para la familia real. Ella sabía que era algo que no debía saber, así que recogió el pan para después botarlo y querer irse cuanto antes, en sus planes no estaba meterse en problemas.

Salió corriendo hacia su negocio agitada, estaba ansiosa y caminaba de un lado al otro, si tan solo se queda en silencio y hace como que no pasa nada todo estará bien... En teoría, la mañana pasó con tranquilidad hasta el atardecer, como siempre las preocupaciones eran cosas de la cabeza de Marinette que siempre sobrepensaba las cosas.

¡Abran la puerta!

Marinette se levantó de su asiento de un salto cuando escucho la voz varonil de alguien agobiado, sus padres salieron de inmediato y el padre de la joven decidió salir primero. Cuando la puerta chirrió, se trataba del vizconde que mostraba una mirada de terror.

¡Esta mañana no me trajeron el pan!. A-Así que... dejarán que me quede en este sitio esta noche...

Tom y Sabine se miraron confundidos, luego le dieron una mirada de regaño y comprensión a Marinette por no entregar el pan, ella reaccionó encogiéndose de hombros, lo dejaron pasar y como si fuera la casa del vizconde, exigió comida con carne, algo caro para esos tiempos.

Es extraño que un noble reclame por pan, debería hacerlo uno de sus sirvientes— dijo Tom cuando se fue a un lugar apartado con su esposa e hija.

Vamos Tom, estoy segura de que no es nada malo, ¿Verdad Marinette?

Sabine espero la respuesta de su hija, ella sonrió nerviosa y asintió lentamente, solo era una noche. Así que... ¿Qué podría salir mal?

Los padres de Marinette dieron la habitación principal al vizconde y ellos tuvieron que dormir en la pequeña habitación de huéspedes, la joven se sintió culpable pero no tuvo más remedio que ir a recostarse, dió vueltas en su cama sin conciliar el sueño.

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⏰ Última actualización: Aug 30, 2023 ⏰

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La noble dama y el arrogante duque - Chloe Bourgeois Male VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora