Capitulo 1.En que me meti!

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¡¡¡ODIO LOS CALABOZOS!!!

-Oh santo cielo por qué tengo que siempre meterme en estos malditos hoyos llenos de telarañas y humedad y mucha obscuridad -Refunfuñaba aquel ninja de 19 años, de 1.75 de altura, cabello largo recogido y de un color blanco, con una tez apiñonda y unos bellos ojos negros que recorría aquel calabozo polvoriento y lleno de telarañas donde las antorchas que estaban ahí apenas iluminaban la habitación -Claro y todo esto por robar algunas cosas que te arresten, veas al mismísimo rey del reino y como estabas de paso te pida buscar a su hija y para rematarlo este en un reino demasiado alejado ahhh que basura, espero al menos una buena recompensa para poder ir por fin a mi hogar.

Al final del pasillo el jovén pudo observar una puerta metálica algo oxidada que para su mala suerte no se abriría tan fácil.

-Oh así que te opones a abrir eh, bueno no sera problema-Dijo mientras se hacia para atrás para dar un gran empujón y poder derribar la puerta-Bueno hasta aquí llegaste puerta -Corrío hacia la puerta posicionando su brazo de una manera que pueda derribar la puerta.Para su mala fortuna su idea no funcionó y solo quedó arrumbado en el piso conmocionado se levantó buscando su error y para su gran sorpresa aquella puerta se debía jalar y no empujar.

-Bueno, afortunadamente nadie vio eso así ya no es tan humillante-Se limpio desesperadamente haciendo como que nada había pasado.

El chico entro por aquella puerta, notando más celdas que en la anterior habitación hasta que llegó ala cuarta celda donde pudo observar la silueta de una mujer, la cual no tardo en notar al joven y rápidamente se abalanzó hacia las rejas de la celda.

-Ah?, Oh por favor, saqueme de esta celda oscura se lo suplico, no soportare otro minuto más aquí por favor saqueme- Decía aquella chica desesperada por poder salir.

-Te sacaré de aquí, pero necesito que te calmes, todo estará bien, confía en mí- Dijo tranquilamente aquel chico peliblanco, aquella chica asintió suavemente la cabeza y se alejo poco de las rejas.El joven saco una daga de uno de sus bolsillos para poder forzar la cerradura de la celda lo cual pudo conseguir en unos cuantos segundos;bastante rápido.

-Muchas gracias por salvarme de verdad- Aquella chica rubia,de pelo largo casi ala mitad de la espalda, de 1.65 de altura, ojos verdes y una sonrisa atrapadora que causó algo en aquel joven- Oh cierto, que torpe soy, mi nombre es Mary Anne Montradlarcun S. Victoriae, princesa de lux mundi y le quiero agradecer por haberme rescatado- Hizo una pequeña reverencia hacia el chico.

-Oh así que eres la princesa que oportuno, bueno salgamos de aquí lo más rápido posible- El chico tomo la mano de la princesa y se dirigió rápidamente hacia la salida buscando poder salir de aquel calabozo que ponía muy tenso al chico.

-Ya no soportaba estar ahí encerrada de verdad lo agradezco oh mi bello héroe, ¿Cómo dijiste que te llamabas?- Pregunto la princesa mientras caminaban rápido.

-Taro, Taro Sakuraya (vaya, creo que me tocó rescatar ala princesa parlanchina)- Pensó el chico apresurado en poder salir de aquel sitio.

Al poco tiempo Taro y la princesa pudieron salir hacia una gran sala principal ya que el calabozo era parte de un gran castillo por lo visto abandonado ya que su acceso al castillo fue fácil.

-Oh mi gran héroe, estoy infinitamente agradecida de que me hayas rescatado- Muy animosa y tiernamente le dijo la princesa a Taro mientras abrazaba su brazo.

Una Tirada Inesperada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora