Chocolatería Ensueño

🍫09🍫

Gracias a ese rompe hielos proporcionado por la dueña de Sweet Ovens cada que Gojo iba a la chocolatería por bombones, hablaba con [T/N] sobre cualquier trivialidad: que color le gusta, cuál es su comida favorita, que programa de TV le gusta, libros, poesía, a que lugares les gustaba ir en sus tiempos libres o que restaurantes frecuentaban...etc, etc, etc...todo bajo la atenta y silenciosa mirada de Kaoru quien sonreía feliz porque su jefa al fin se abría con un tipo de carne y hueso y se veía que no era un baboso machista y manipulador como los que su jefa solía salir....o sea si era un baboso pero por su jefa y si bien era muy guapo y él lo sabía no le hacía sentir a su jefa que ella era inferior a él... Por el contrario, alimentaba cada día su idea de que ella era hermosa y Kaoru como testigo de ese arduo proceso en que [T/N] comenzó a aceptarse, realmente agradecía que Gojo fuera esa clase de tipo...

—Hoy te ves divinamente...bueno siempre lo haces, pero hoy te ves especialmente hermosa—le dijo Gojo sonriéndole embobado mientras veía a [T/N] como si no hubiera un mañana

—Ah...gracias—le sonrió [T/N], si bien le había dicho a Gojo que ella sabía que era hermosa y todo...era un poco difícil de asimilar que un tipo, que por cierto era MUY guapo, le empezara a decir todos los días que se veían lo hermosa que era y sin motivo aparente... O sea, ella sabía que Gojo gustaba de ella, él se lo había dicho montones de veces y ella sólo le decía gracias pensando que era algo pasajero...que tarde o temprano se aburriría de insistirle que era hermosa o que le gustaba y se iría... pero aún no pasaba y eso la inquietaba un poco... incluso Gojo le trajo el último libro de Lachlan firmado por su autora...y no solo ese libro si no que la saga completa de edición limitada en donde cada libro tenía una dedicatoria diferente sólo para ella firmada del mismísimo puño y letra de la autora

—Hoy mi amigo es oficialmente el novio de mi amiga de Sweet Ovens y todo gracias a mi—le dijo orgulloso Gojo, realmente estaba feliz

—Felicitaciones entonces— le dijo [T/N]

—¿Tu amigo rubio? — le pregunto Kaoru

—Sip, Nanamin— le dijo Gojo sonriendo

—Oh... — murmuro Kaoru un poco triste y decepcionada...hacía tiempo que lo veía de lejos y le parecía muy atractivo...era rubio, alto, siempre andaba con traje y su voz era deliciosa

Luego de comprar unas trufas Gojo se fue, afuera lo esperaba Yuuji y si bien Gojo ya los había presentado, Yuuji no quería entrar por vergüenza, cada que entraba Sukuna hacía de las suyas tirando un comentario sarcástico o irónico y él se pegaba una cachetada para que se callara y todos lo miraban como mono de circo...prefería ir a la otra tienda donde la dueña le daba de comer a él y a Sukuna y este último se tranquilizaba por un rato o durante todo el día... Además, ya era más fácil porque la dueña de Sweet Ovens ya conocía las maldiciones y los conocía a ambos y por muy extraño que pareciera Sukuna tenía una muy buena actitud con ella, sin mencionar que ella y Nanamin comenzaron a salir así que sí...para Yuuji era mucho más fácil estar en Sweet Ovens que en Ensueño

Pero sacando las cuentas, las conversaciones que Gojo y [T/N] mantenían no llegaban a ninguna parte...y Gojo comenzaba a preguntarse si realmente su diosa del chocolate se fijaría en él... Incluso luego de declararse muchas veces ella no daba señales de interesarse en él...sólo le decía "gracias" así que Gojo por más extraño que pareciera estaba perdiendo la confianza en él...y con esa inseguridad fue donde Yuuji en la academia...observó el cielo y se veía un poco nublado...

—Yuuji~—canturreo Gojo entrando al subterráneo donde Yuuji pasaba sus ratos libres...justo el día de hoy Nanami y su novia iban a una cita y por recomendación del mismo Gojo Satoru irían a desayunar un especial a un local de wafles y luego irían al Monte Takao así que estarían todo el día fuera...era un momento ideal para ir al departamento de Nanami y asaltar su alacena...tenía ganas de comer algo gourmet y Nanami era especialista en tener cosas gourmet en su casa