Ya había llegado una de las fiestas más celebradas del año, La Navidad. Por las calles se veían niños corriendo y jugando, parejas jovenes y enamoradas, y a un nervioso pelirosa que observaba cada escaparate para encontrar el regalo perfecto para su novia.
-Este no, este tampoco- se repetía a si mismo en alto -¿Por qué no encuentro el regalo perfecto?.-
Después de seguir buscando un rato más se dirigió al gremio.
Al entrar fue directamente a hablar con el alquimista de hielo.
-Streper, necesito un consejo- dijo con un tono de suplica.
-¿Que necesitas flamita?- preguntó intrigado.
-No se que regalarle a Lucy- contestó con un tono de desanimo- Llevo todo el día mirando tiendas.-
-No tienes remedio cerebro chamuscado- afirmó Gray.
-¿¡Qué has dichó princesa de hielo!?- replicó el dragón slayer chocando su frente contra la de su amigo, iniciando una pelea.
Mientras tanto en la barra, una rubia y una albina charlaban.
-Y tu Lucy, ¿tienes un regalo para Natsu?.-
-Pues claro Mira, tengo el regalo perfecto.- afirmó esta con un tono divertidamente malvado mientras le enviaba una mirada a Lisanna, a la que esta contestó con una sonrisa y levantando el pulgar derecho.
Cuando dejaron de pelear, Natsu y Gray siguieron hablando, mientras que el último recogía su ropa, (que había dejado tirada por ahí mientras peleaba).
-¿Y tu que le vas a regalar a Juvia?- preguntó el pelirosa.
El pelinegro soltó una leve risita y contestó orgulloso.
-Yo le voy a regalar un colgante de zafiro con detalles de plata. Si fuera tu, seguiría buscando un regalo-
-Ya lo se, pero no se- contestó decepcionado Natsu.
-¿Y por qué no le preguntas a alguna chica? A lo mejor te dan alguna pista.- dió una idea Gray.
-Buena idea cerebro congelado, gracias- dijo mientras se iba corriendo en dirección a la barra.
-Oyee- gritó el Fullbuster molesto por el comentario de "cerebro congelado" pero lo dejó pasar (siempre se lo dice, ya está más que acostumbrado).
Natsu iba a ir a hablar con Mirajane, pero se dió cuenta que Lucy esta charlando con ella, por lo que decidió ir a hablar con Lisanna.
-Hola Lisanna.- saludó el joven.
-Hola Natsu- saludó la menor de los Strauss.
-Necesitaba tu ayuda para una cosa muy importante- suplicó el pelirosa.
-Puedes contar conmigo, ¿qué necesitas?- le respondió Lisanna.
-No se que regalarle a Lucy-
-Dejame pensar...- Después de un rato -Ya se.-
-¿De verdad?- preguntó Salamander -Dime que es.-
-Lucy es una maga estelar, por lo que usa llaves, y Lucy les tiene mucho cariño a sus espiritus...- Dejó la albina en el aire la respuesta, pero Natsu no se daba cuenta.
-Aja, continua- pidió el chico.
-Regalale una pulsera con llaves en representación de sus espiritus- Continuó hablando.
-¡Qué gran idea! Gracias Lisanna-
-De nada, por cierto...- no pudo continuar hablando porque Natsu se había marchado corriendo. A lo que la joven dijo en bajo y con una gotita de sudor en la sien.- No tiene remedio.-
Natsu estaba corriendo buscando una joyería que hiciese ese tipo de pulseras, y al final encontró una, compró la pulsera y salió del establecimiento, pero al hacerlo se fijó en un gorro con orejas de gato.
-Seguro que a Lucy le queda bien.- Lo dijo y seguidamente lo compró.Ya estaba empezando a anochecer y Natsu se dirigió a casa de Lucy con sus dos regalos ya envueltos. Entró a la estancia por la ventana (para Natsu las puertas no existen), pero no había nadie, el pelirosa escuchó unas risitas desde el baño y decidió preguntar.
-Lucy, ¿estás bien?.-
-Na-Natsu, ¿hace cuánto que llegaste?- Preguntó la rubia nerviosa.
-Acabo de llegar-
-Perfecto- susurró una segunda voz de mujer.
-¿Hay alguien contigo?- volvió a formular otra pregunta, pero esta vez con más curiosidad.
-Natsu, sientate en la cama.- Ordenó la maga estelar.
El pelirosa obedeció la orden, no sin antes dejar los regalos encima del escritorio. La puerta del baño se abrió, y de ella salió una rubia con lencería negra (sujetador, braguitas y medias) y una albina de pelo corto con el mismo conjunto, pero en rojo.
-...- Natsu se quedó callado, tenía la mente en blanco.
-Parece que al gran Salamander le ha comido la lengua el gato.- pronunció Lisanna con un tono sensual.
-jijiji. Parece que tendrá que abrir su regalo de Navidad, a ver si así reacciona.- dijo Lucy copiando el mismo tono que su "compañera".
-Q-que- fue lo unico que llegó a salir de su boca ante tal asombro.
Ambas chicas se estaban acercandose a el mientras que soltaban unas leves risitas. Se pararon a pocos centimetros delante de él y se empezaron a besar. Al principio fue dulce, pero se tornó apasionado tras unos segundos.
Natsu tragó saliva mientras que estas se separaban.
-¿Te quieres unir a nosotras?- Preguntó con voz juguetona Lucy mientras apretaba el pecho izquiero de Lisanna con su mano derecha provocando que esta soltase suaves gemidos.
El dragon slayer asintió con la cabeza y las chicas se separaron y se colocaron a sus lados.
Lucy le besó mientras que Lisanna le empezó a desvestir. Primero el chaleco, y después el pantalón, dejandolo solo en calzoncillos. Se podía observar su notoria erección.
Las chicas soltaron una leve risita, y ambas hicieron sus movimientos, Lisanna empezó a recorrer los abdominales de Natsu con su lengua, mientras que Lucy le susurró una pregunta al oido, al mismo tiempo que colaba su mano derecha dentro del calzoncillo.
-¿No vas jugar con tu regalo?-Después de formular la pregunta apretó suavemente con sus labios el lobulo de su oreja derecha.
Al escucharla con ese tono tan pícaro, Natsu desabrochó el sujetador de ella y empezó a jugar con sus pechos. Lisanna al verla gemir, levantó su cabeza y empezó a chupar su pezón izquierdo, mientras metía su mano derecha dentro de la braguita de Lucy y empezaba a mover los dedos, provocandole pequeñas oleadas de placer.
Al ver el pelirosa lo que hacía la albina con Lucy, él intentó hacer lo mismo, pero con Lisanna. Se adentró en su ropa interior y al notar lo húmeda que estaba decidió meter un dedo en ella. La peliblanca soltó un gemido, y el dragon slayer decidió aumentar la diversión, metiendole un segundo dedo en ella, provocando que ella fuese la primera en llegar al orgasmo esa noche.
La respiración de los tres estaba muy acelerada, después de esos preliminares, Lucy se puso en la posición del 69 respecto a Natsu, apoyandose con las manos y las rodillas, de cara a la entrepierna del pelirosa, y la albina se colocó en el suelo de rodillas entre las piernas de él.
El dragon slayer al ver la húmeda intimidad de la rubia tapada por su braguita negra, decidió quitarsela de un tirón, dejandole una increible vista, lo primero que se le vino a la mente fue acercar su cara, con sus manos agarrar las caderas de esta y acercarlas más a él, y penetrarla levemente con su lengua, provocando que soltase la maga celestial gemidos de placer.
Lisanna al ver de frente la cara de Lucy enrojecida, respirando fuertemente y gimiendo, con la lengua fuera, decidió quitarse su sujetador, dirigó la mirada hacia abajo y vio la erección de el chico cubierta por el calzoncillo. Decidió quitarselo, y al verlo, su primer impulso fue coger sus propios pechos y masturbarle con ellos, mientras que con su lengua le lamía la punta.
Natsu no podía creerselo, parecía un sueño, estar de esta forma, para nada inocente, con su novia y su amiga de la infancia.
-C-creo que me vengo- consiguió decir el pelirosa intentando coger aire. Simultaneamente se vino en la boca de la peliblanca y al hacerlo echó la cabeza hacia atrás.
Lucy se acercó a Lisanna y la besó, compartiendo con esta los fluidos de su novio. Para Natsu fue un momento inolvidable, verlas intercambiarse saliva y semen en un apasionado beso, nunca había visto algo tan morboso.
Al acabar ese intenso beso hablaron.
-Creo que ya va siendo hora- Sentenció la rubia.
-Si, ¿quien va primero?- preguntó su "compañera de juegos".
-Nos lo jugaremos a piedra, papel o tijeras.- Afirmó Lucy.
-Que buena idea jejeje- se rió Lisanna.
-¿D-de qué hablais?- preguntó confuso Salamander.
-Piedra, papel...- empezaron a formular ambas-¡Tijeras!.-
Lucy sacó papel y Lisanna sacó tijeras.
-Suertuda- soltó la perdedora decepcionada.
-¡Qué bien!-
-Pero de que habl...- Natsu no pudo continuar la frase porque Lisanna se puso encima suya, sentandose en la entre pierna de este.
-Que duro estas- afirmó la usuaria del Take Over mientras colocaba sus manos a los lados de la cabeza de este y sus rodillas a los lados de su cadera.
Lucy aprovechó para bajarle la prenda que le iba a estorbar a su compañera y le acabo de quitar las braguitas.
-Creo que ya es el momento- dijo la albina mordiendole la clavicula al pelirosa. Al acabar la frase, fue bajando lentamente las caderas, hasta que lo notó. Él no pudo evitar soltar un gemido ronco al contacto. Ella siguió bajando hasta que se penetró completamente.
Lucy se acercó a Natsu y le susurró algo al oido.
-¿Te gusta mi regalo?- Al acabar de pronunciar la última silaba le lamió la mejilla. -Recuerda que eres solo mio.-
El dragon slayer cerró los ojos fuertemente mientras soltaba fuertes suspiros. Lisanna movía sus caderas al mismo compás que su amigo, intentando profundizar cada vez más las estocadas.
Hasta que llegó al climax, contrayendose alrededor de Natsu, la presión ejercida provocó que él se viniera, pero la albina se echó al lado de él, y al ver su oportunidad, Lucy cogió el miembro de su novio y lo metió en su boca, acariciandolo con sus suaves y sabrosos labios y recorriendolo con su húmeda y juguetona lengua. El pelirosa no aguantó más y se vino en su boca, le pareció una imagen muy tierna verla tan sonrojada.
-Es mi turno- confirmó la maga de espiritus estelares.
Se posicionóen la misma posición que su compañera, que ahora se estaba recuperando echada en la cama observandolo todo. Pero Lucy decidió jugar con él, dejó que sus intimidades se rozasen un par de veces haciendo que Salamander soltase gemidos roncos, pero sin que él la pudiese penetrar.
-L-Lucy deja de j-jugar con-migo- Intentaba decir mientras regulaba su respiración.-
-No, voy a jugar un poco más contigo- Ella no debió de decir eso, Natsu la agarró y giró, quedando él sobre ella.
-Te dije que no jugaras más conmigo- La riño de forma pervertida.
Salamander se acercó a ella, le mordió el cuello y la penetró de una estocada, haciendo que a Lucy se le nublase la vista, no podía procesar tantos estimulos a la vez, y encima estos eran provocados por el chico que la volvía loca solo con mostrarle su sonrisa sincera.
Él la siguió penetrando, estocada tras estocada, ella soltaba fuertes gemidos mientras agarraba el suave pelo de su novio.
Al final los dos llegaron al mismo tiempo al climax. Natsu se dejó caer suavemente sobre el pecho de su amante, quedandose totalmente dormido, pero no sin antes susurrarle unas palabras a su novia.
-Te quiero...-
A la mañana siguiente Natsu se despertó solo en la cama, se puso su ropa interior y fue directamente a la cocina.
-Buenos días- dijo en un bostezo.
-Buenos dias- contestó Lucy.
-¿Y Lisanna?-
-Ya se fue- contestó la rubia.
El pelirosa salió de la cocina y minutos después volvió con dos cajitas bien envueltas.
-Ayer se me olvidó dartelas.- Dijo el chico sonrojado mirando hacia el suelo.
-A ver...- dijo animadamente Lucy con estrellitas en los ojos mientras abría los regalos.
El primero que vió fue el gorrito y decidió ponerselo a Natsu.
-¿Por qué me lo pones s mi?- preguntó confuso.
-Porque estás muy tierno sonrojado y con él puesto.- Respondió mientras abría la segunda cajita. En esta ocasión le pidió a Natsu que le pusiese la pulsera en la muñeca derecha, miró su regalo y se avalanzó sobre su novio.
-Es perfecto, pero no tan perfecto como mi regalo- afirmó entre risas.
-Es verdad, tu regalo fue insuperable.-Votar por mi historia, y si no os gusta, comentad el por qué.