¿Esto es amar?

CAPITULO I

Denji caminaba por el acuario, estaba molesto con aquella chica que lo había invitado, pues se había puesto a hablar cosas de alta comprensión lectora, que el pobre cerebro de Denji no podía procesar.

Así que en un arrebato de furia, Denji abandonó a la chica y fue en busca de los tan anhelados pingüinos.

Al llegar al que parecia el recinto de los mismos estaba vacío.

Decepcion y tristeza eran los sentimientos que experimentaba Denji, hasta que alcanzó a ver un pingüino parado, delante de él.

Denji no perdió el tiempo, cargo al animal para despues abrazarlo era cálido y reconfortante, pero su momento se vería fastidiado por la Mitaka, quien al darse cuenta de la desaparicion de Denji salió en su búsqueda.

-De..Denji, que haces teniamos que quedarnos con los peces por media hora más- hablo la chica intentando recomponerse- Que..que haces con ese pingüino, acaso tu lo SACASTE- la chica entró en pánico por la acción de Denji.

-Que, no!! Yo jamás haría algo así, cuando llegue el lugar ya estaba vacío y este pequeñín estaba delante mio- respondio Denji defendiéndose de la acusación,  mientras seguía mimando al plumifero.

La chica miro extrañada el habitad para confirmar que lo que Denji decia era cierto, sus pensamientos no llegaron a mucho, pues unos gritos se hicieron presentes.

Asa acompañada de Denji y el plumifero llegaron al lugar de los gritos, siendo este un largo pasillo.

-Que pasó- pregunto la Mitaka a uno de sus compañeros del club de Débil Hunters 

-Quedamos encerrados, por un demonio del que desconocemos completamente-

- Es el demonio de la Eternidad- hablo Denji apareciendo de el otro lado del pasillo para unirse a la conversación

- El demonio de la eternidad?, que estupideces hablas, te estás inventando ese nombre tan raro- hablo otro muchacho perteneciente al Club de Débil Hunters.

-Mmm no importa si me creen o no, yo estaré por alla con este pequeñin- hablo el chico mientras se hiba a sentar junto a su nuevo amigo plumifero, el cual se mantenía inexpresivo ante las muestras de afecto de Denji.

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Habían pasado alrededor de 8 horas en las cuales todos comenzaron a sentir hambre.

No tenían escapatoria, pues la única esperanza, el teléfono de Mitaka, había sido destrozado por una acción torpe de ella..

Mientras que Denji dormía abrazando a su plumifero amigo, al que con anterioridad casi muerde por el hambre.

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Se sentía una completa mierda por su culpa la única forma de escape se vio destrozada, solo le quedaba una cosa llorar y lamentarse.

- De verdad te quedaras ahí sin hacer nada?, das pena- hablo una mujer idéntica a ella pero con el pelo suelto y una cicatriz en su cara