Mal sueño

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Chūya leía tranquilamente un libro en la sala de estar de aquella casa ajena mientras bebía de su botella de agua.

Aquella casa era de Tetchō -el antiguo Hunting Dog-, que le había pedido que se quedase con Kenji, que estaba con fiebre, durante el rato que él estuviera fuera haciendo un recado. El castaño había confiado en él debido a una petición del rubio, que pidió expresamente que el mafioso pelirrojo lo cuidara.

Así pues, Chūya se encontraba en el salón, o así era hasta que escuchó el ruido de un cristal romperse que provenía de la habitación del rubio.

El pelirrojo dejó el libro que estaba leyendo y corrió al dormitorio de Kenji, sólo para llegar a la puerta y ver al detective alzar los muebles sobre su cabeza para después lanzarlos contra la pared cercana al mafioso, que los esquivó con rapidez.

¿Blond superboy?—preguntó Chūya, llamando la atención del mencionado.

El mafioso pelirrojo se sobresaltó al ver la piel del adolescente de un color ceniciento. Los ojos del crío estaban vacíos de sentimiento alguno y de sus labios salían quejidos y gruñidos.

¡Vas a pagar por haber dañado a mis amigos!—gritó de pronto Kenji, qué cogió su cama y la lanzó contra Chūya.

El mafioso alzó una mano, rompiendo en el acto la cama con su control de la gravedad. Las sábanas y la almohada cayeron al suelo, mientras que el somier se quebró, haciendo que pequeños trozos de hierro se dispersaran por la habitación.

Acto seguido, y mientras el rubio tomaba entre sus manos un escritorio, el pelirrojo se lanzó sobre el niño, rodeándolo con sus brazos de manera sobreprotectora y de una forma que fuera imposible para el niño moverse debido a la habilidad del mafioso.

Kenji, estoy aquí—susurró Chūya—. Tus amigos están bien, tu hermano está bien. Mira de forma clara y verás que no ocurre nada.

El rubio se agitó, sacudió la cabeza y apretó los ojos con fuerza antes de abrirlos, dejando ver sus orbes doradas. 

Chūya suspiró, tranquilo, y desactivó su habilidad, causando que Kenji cayera de culo al suelo. El pelirrojo se arrodilló frente a él y le preguntó en un susurro:

¿Qué ha ocurrido?

—Se me olvidó comentarte que Kenji es sonámbulo—contestó Tetchō asomando la cabeza por la puerta—. No sé desde hace cuanto, pero más de una vez me lo he encontrado en la cocina asaltando el frigorífico en medio de la noche.

Chūya miró a Kenji, que comenzaba a derramar lágrimas en silencio. El pelirrojo frunció los labios y secó con suavidad las lágrimas del menor.

Una pesadilla, supongo—Chūya sonrió de forma tranquilizadora y dijo—:Son malas y traicioneras, entiendo que te sientas así. Te entiendo, yo también odio las pesadillas. No las tengo cuando estoy dormido, porque no puedo soñar, pero si me despisto mucho, mi mente me gasta muy malas pasadas del estilo de tu pesadilla. Es duro pensar que algo malo le ha pasado a tus seres queridos, y que las imaginaciones que tenemos luego nos dejan un mal sabor de boca, pero quiero que sepas que si necesitas hablar alguna vez de esto, puedes contar conmigo. Bueno, y con tu hermano—el mafioso rió levemente.

Kenji asintió mientras se secaba las lágrimas que aún le quedaban y se abrazó a Chūya, que acarició sus cabellos rubios con cariño.

Tetchō, luego te ayudo a arreglarle el cuarto a Kenji—dijo el mafioso mientras ayudaba a Kenji a ponerse en pie—. Pero ahora, preparemos algo de sopa caliente al enfermo.

El ex Hunting Dog sonrió y fue a la cocina a preparar dicha sopa mientras Chūya tomaba una manta para envolver al rubio y acto seguido, tomarlo en brazos para dejarlo tumbado en el sofá de la sala de estar.

-MGGBBRAE

Idea que se me ocurrió viendo el episodio de hoy de BSD + mi headcanon de Chūya cuidando a Kenji porque lo quiere mucho ^^

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Ti capisco, anch'io odio gli incubi [Kenji/Chūya ft. Tetchō]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora