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ocean eyes

31 de diciembre 2021

Sergio se encontraba con Max en un pequeño pueblo del sur de Italia, pasarían año nuevo ahí en una casa con vista a un gran lago, habían pasado varias semanas sin verse desde aquél fin de semana que pasaron juntos en el mismo país, pero prometieron volver a escaparse para poder pasar las últimas horas de año juntos, Max se había propuesto así mismo pedirle a Sergio ser algo más que amigos a media noche, sin duda el neerlandés estaba convencido de que Checo era la persona con la que quería estar y compartir su vida, tenía miedo y sentía su corazón latir a mil por hora, si bien sabía que los sentimientos que tenía por el mexicano eran correspondidos por todas las aventuras que habían tenido los últimos meses del año, no podía no sentirse nervioso por la pregunta que le haría esa noche, era una desición importante, nunca se había enamorado de alguien como lo hizo de el desde el primer día que lo miro, cuando sintió esa energía que recorría su cuerpo, cuando lo miraba a los ojos podía ver todo un universo atraves de ellos, esos ojos cafés brillaban más que una estrella para el, Sergio era dulce, atento, cálido, amable y podría ser todo lo que está bien en este mundo y Max jamás se había sentido tan querido por alguien como lo hacía cuando estaba con Checo, el alteraba cada sentimiento en Max de una manera positiva, aunque al principio parecía ser un chico muy tímido y reservado Sergio logró sacar un lado de Max que nadie conocía.

El atardecer comenzó cuando Max y Checo estaban en el muelle de ese lago mirando el cielo, los últimos rayos de sol tocaban el rostro de Max haciendo que Sergio pudiera ver con claridad esos ojos azules que lo tenían loco.

— Que hermosa vista tengo ahora mismo — dijo Sergio haciendo contacto visual con el neerlandés enfrente de el, haciendo que Max se sonrojara como nunca

— ¡Checo! — contesto Max tímidamente por las palabras que dijo Sergio anteriormente

— Ven vamos a preparar la cena para en la noche disfrutar juntos — dijo Checo tomando la mano de Max para caminar de regreso a la casa que se encontraba enfrente de ellos

Entraron a la casa y pusieron manos a la obra, horas antes habían ido a comprar
pasta para la cena que tendrían, llegaron a la cocina y Sergio comenzo a preparar la cena, había visto una receta con la que se guiaría, Max lo ayudaba con lo que Checo le pedía pues este no sabía cocinar y se sentía algo inservible ahí mirando como Sergio hacia todo pero pasaron algunas horas riendo y disfrutando de la preparación de aquella pasta, sin duda una cena hecha con mucho amor de por medio, al terminar Sergio dejo calentando la cena en el horno a un calor bajo para que el queso de derrita sutilmente y los dos se fueron a arreglar para recibir el año nuevo, Max aprovecho a estudiar unas palabras que había escrito en un papel para decirle a Checo cuando le preguntaría si quiere ser su novio mientras el mexicano terminaba de prepararse para salir al jardín donde ya estaba Max terminando de estudiar sus palabras

— ¿Que haces Maxie? — Checo pregunto curioso al verlo guardar un papel en su bolsillo

— ¡Ah! Nada... nada, solo prendía las velas — dijo Max asustado por qué Sergio apareció de la nada y este río al ver cómo se había asustado

— Bueno, iré por la cena, tu acomoda los platos para servirla — soltó Checo entrando a la casa por la pasta que ya estaba caliente

Cuando regreso sirvió dos porciones de aquella pasta que habían preparado horas antes y se sentaron a cenar, sin antes servir dos copas de vino tinto y guardando una botella de champagne para el brindis de media noche

— Dios ¡Quedó deliciosa! — Max llevo un bocado de esa pasta a su boca

— Esque la hicimos con mucho amor Maxie — dijo Checo para después probar la cena, sin duda sabía muy bien