3. Peligro

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MinSeok y JongDae se han casado y ahora viven en la manada del segundo. Fue una decisión que ambos tomaron. La familia de MinSeok dijo que estaría al pendiente de ambos y que estaban feliz por la relación tan hermosa que desarrollaron desde el momento en el que decidieron ser pareja.

La pareja vive en un hanok apartada de la principal. Ninguno quería vivir bajo el yugo de la jefa de la manada y su hijo. Pronto el hermano de JongDae pasaría a heredar el título de jefe, y lo menos que quería el menor era estar en frecuente conflicto con su familiar. MinSeok desde que se casó con JongDae, ha sentido una intensa mirada por parte de JaeHyuk, se siente intranquilo cada vez que tiene que estar cerca de él. Sabe que lo desea y no porque sienta algo por él, sino que lo hace porque se siente humillado por ser rechazado. Está encaprichado con él.

Cada vez que tiene la oportunidad intenta insinuársele. MinSeok lo rechaza en cada oportunidad que tiene, le causa repulsión. La razón por la que no le ha dicho a su marido es porque no quiere causar problemas, pero si JaeHyuk le sigue insistiendo esta vez no tendrá más remedio que enfrentarlo de forma ruda.

Ya ha pasado un tiempo desde que contrajeron nupcias y MinSeok y JongDae son bastante felices, a la manada le sorprende que después de dos años no tengan cachorros. Ellos prefieren esperar un poco más, quieren disfrutar de su amor.

—¡JongDae~! —MinSeok gime mientras es sostenido de su fina cintura por las fuertes manos de su alfa.

Están de pie, MinSeok se apoya de la pared, tiene puesta una túnica, su esposo está desnudo, pero él, porta esa preciosa túnica traslúcida en la que se pueden ver algunas mariposas y brillos. Tiene los hombros descubiertos. Los gemidos son demasiado sonoros, cualquiera que esté afuera de la habitación, pase por el pasillo o esté cerca de la ventana es capaz de escucharlos.

—Bésame —MinSeok le pide.

JongDae no desiste de su tarea, se aferra a la cinturita ajena y abofetea los glúteos. MinSeok que tiene la cara contra la pared le ruega que no se detenga. A MinSeok le gustan mucho los besos durante el sexo, así que JongDae no le niega su petición, MinSeok lleva sus manos hacia atrás rodeando el cuello ajeno con algo de dificultad por la posición en la que se encuentran. Se muerden los labios y sus lenguas se introducen en las bocas contrarias.

—Te amo —MinSeok le dice en medio de tan calientes y húmedos besos.

JongDae mira lo hermoso que es su esposo, la mirada tan enamorada y llena de placer que le da es motivo para continuar con su buen trabajo.

—Te amo, te amo, te amo —el alfa le repite totalmente enamorado.

Unas penetraciones más y el alfa eyacula en el interior de su esposo. Los sonidos que salen de sus bocas son sumamente ruidosos. JongDae sale de MinSeok y el semen resbala de las finas y torneadas piernas del hermoso hombre. Sin embargo, ambos están ansiosos de volver a estar conectados. Todavía tienen hambre del otro. Se puede observar en sus miembros erectos y en la entrada palpitante de MinSeok que está deseosa de tragarse de nuevo el pene de su alfa. Ruega por ser atendida, explorada y extendida por la longitud y el grosor del pene ajeno.

MinSeok empuja a su esposo al futón que está en el centro de la habitación. Puede ver con deseo el miembro orgullosamente erecto. JongDae tiene una gran vista de su esposo, sus largas y tornadas piernas, su vientre y abdomen planos, el poco vello que lo cubre y ese pecho que está ansioso de estar entre sus labios.

—Todavía tienes que consentir a tu omega —dice con una voz sensual, suave —. Todavía estoy húmedo —saben a lo que se refiere.

MinSeok se coloca en el regazo de su amado.

El oso que atrapó a un tigre || ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora