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Una noche tranquila en la ciudad de Madrid, dos hermanos castaños, de ojos color Rubí, la hermana pequeña iba con un buzo de mitad negro y mitad blanco, mientras que su hermano usaba uno completamente de color negro, los dos hermanos iban caminando por las calles de Madrid, cuando de repente hace una fuerte brisa, para luego darle comienzo a una lluvia, la hermana menor se empezó a quejar Maldita sea Lusu decía, mientras que su hermano solo suspiraba y intentaba tranquilizar a su hermana Tranquila Rubí… por Dios ¡Es solo lluvia! Decía el hermano mientras veía a su hermana quejarse, cuando lo mira con un leve puchero Pero lusuuu, la lluvia me va a enfermar… ¡Me voy a enfermar hasta la muerte! El castaño solo le dijo que deje de ser exagerada y que el iba a parar un taxi, mientras Rubí se seguía quejando por la lluvia, su hermano veía la calle, buscando un taxi al cual parar, cuando Rubí se dio cuenta su hermano ya había parado un taxi, la chica mira a su hermano quien le abre la puerta, apenas ver ese acto la castaña con una sonrisa entra rápidamente, sentándose en el asiento de atrás, para luego seguido de ella entrar su hermano más calmadamente, Rubí miraba el taxi, viendo al chico que lo conducía, quedándose un poco sorprendida ¿No soy muy joven para manejar? Casi todos lo dicen, pero te aseguró que soy mayor de 18 el chico pelinegro, con buzo color azul, sonrió a la chica haciendo que ría un poco Podrías llevarnos al hotel The Angels  dijo el castaño mayor sin ningúna expresión, cosa que asusto un poco al conductor, pero se tranquilizó, al recordar con una sonrisa, que se parecía a su viejo amigo, el pelinegro suspiro y empezó a conducir por las calles, caminó al hotel…

La castaña miraba por afuera de la ventana, viendo los autos pasar y como los árboles parecían desparecer rápidamente Ey, pelinegro, ¿como te llamas? Soltó la chica sin dejar de ver la ventana del taxi Me llamó Álex señorita, pero me duelen decir Quacks…  dijo el pelinegro un poco triste mientras seguía su recorrido Si eres el~ dijo en un susurro la chica y al parecer el conductor no la escucho ¿Eres del hotel? Me parece haberte visto por ahí está vez hablo el castaño, serían las primeras y quizás no últimas palabras que soltarla en ese recorrido oh… Si, estoy en ese hotel, compartía habitación con un par de amigos suspira triste el conductor Aunque a ustedes nunca los eh visto por el hotel, ¿son nuevos? Pregunto el conductor mientras seguía fijándose su camino, aunque ahora se sentía triste por recordar a su par de amigos ciertamente no somos nuevos en ese hotel dijo la chica, siguiendo con su vista en la ventana pero esta vez con una sonrisa…

Pasan los minutos del recorrido, hubo un silencio incómodo para el conductor, pero para los hermanos era normal, el pelinegro suspiraba mientras intentaba mantener la vista en  camino y no pensar en sus amigos o en ese silencio incómodo, de repente siente una mano en su hombro lo que hace que el pelinegro suelte un pequeño grito, mirando que era la chica ¿Estas bien? Te ves un poquito… ¿mal? Dijo la chica con una sonrisa, intentando tranquilizar al conductor Oh, lo siento, si Estoy bien dijo un poco más tranquilo ¿Falta mucho para llegar? Dijo el castaño, a lo que el pelinegro sonrió y negó con la cabeza Ya estamos por llegar dijo para luego seguir viendo su camino, no quería otro accidente, se dijo a si mismo el pelinegro, iba cruzando semáforos en verde, mientras miraba el lugar, árboles, faroles, las calles que se le hacían conocidas hasta que se dio cuenta de algo, abrió como platos los ojos, aparcando en un lugar seguro para luego ver con lágrimas a los pasajeros ¿Te diste cuenta? Mencionó la chica, ahora por fin mirándolo, ahora notándose las ojeras que traía, con esa piel tan pálida si que te tomas tu tiempo Quacks mencionó el castaño, a quien también se le notaron las ojeras y esa piel tan pálida que tenía, el pelinegro quedo en Shock, siguiendo viendo a sus amigos No, no no… No! Decía entre lágrimas el pelinegro, había empezado a llorar al notar que si eran sus amigos Ustedes… ustedes están muertos decía mientras se tomaba la cabeza con una mano y con la otra se tapaba la boca, intentando calmarse un poco Oh Quacks, ¿enserió creíste que te desharías tan fácil de nosotros? Río el castaño mayor  No pensé que serias tan tonto Álex sonrió la castaña menor, los dos miraban al pelinegro, sus expresiones habían cambiando, antes parecían tranquilas, pero ahora, transmitían un aura de miedo NO NO NO, Yo no los quise matar, ¡enserio! Grito el pelinegro entre lágrimas, intentaba calmarse pero no podía, su respiración se volvía entrecortada, como si le costará respirar, miro a los dos castaños, quienes ahora lo miraban con una sonrisa perturbadora, sus ojos rubís parecían brillar más, eso fue lo último que vio el pelinegro antes de que todo se volviera negro escuchando un No fue tu culpa Quacks en un débil susurró…

El pelinegro se levantó exaltado de su cama, había tenido otra de esas pesadillas, esas donde siempre se culpaba por la muerte de sus amigos, se toco la mejilla y sintió las lágrimas que resbalaban por ella, suspiro secándose esas lágrimas traicioneras y volvió a acostarse, mirando el cuadro de el y sus dos amigos, antes de volver a dormir...

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𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐐𝐮𝐚𝐜𝐤𝐛𝐢𝐳𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora