Prólogo.

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Bonnie es un muchacho normal, cumplió los 16 años y actualmente va a secundaria, su vida es bastante ordinaria, solo es un muchacho tranquilo que disfruta de su estilo de vida monótono, tiene pocos amigos, uno de ellos es Freddy.

Un día, eran las 2 de la madrugada y Bonnie estaba durmiendo plácidamente es su habitación, de repente sintió un presión extraña que lo hizo despertarse, el muchacho se sentó en la cama de un tirón, observó a su alrededor, su habitación estaba temblando, todo estaba moviéndose, los autos de la calle comenzaron a sonar, estaba ocurriendo un terremoto, todo estaba temblando. El pelimorado se asustó, de inmediato, se escondió debajo del escritorio donde estaba su computadora.

Naturalmente el cuerpo del muchacho comenzó a temblar, cada célula de su cuerpo estaba moviendo en una señal de peligro, no sabía lo que estaba pasando exactamente, no era por el temblor en si, era algo más, algo más siniestro. Es como si fueras un conejo acorralado por un león, todo tu cuerpo, cada fibra tiembla por instinto.

Bonnie inmediatamente miro la puerta y no dudo en correr completamente despavorido, el joven salió y vio en el pasillo a su madre e padre los cuales también tenían la misma reacción física que él.

—¡Mamá, papá!

—¡Bonnie, rápido, salgamos de la casa!

La familia salió inmediatamente de la casa, la cual parecía que iba a derrumbarse. Al salir, la familia observó como todos los vecinos estaban saliendo de sus hogares también, despavoridos y en pánico, estaban teniendo la misma reacción física, tenían ganas de moverse a otro país, estaban confundidos y extrañados tanto por el terremoto como por las sensaciones de su cuerpo, las luces de cada casa estaban parpadeando, el vencindario entero perdió la luz por unos segundos, entonces de la nada la luz volvió, el terremoto se detuvo y las reacciones físicas qué estaban teniendo todos se calmo.

Sorpresivamente, todo se detuvo, volviendo a la normalidad como si nada raro hubiese pasado. Después de aquella experiencia sobrenatural, todos volvieron a sus hogares. La familia de Bonnie entro a casa.

—Vaya, ese terremoto si qué estaba fuerte. Hasta me hizo temblar el cuerpo.—exclamo el padre de Bonnie, sonriendo, aliviado de que todo pasará.

—Yo solo estoy alegre de que nada haya pasado.—la madre de Bonnie bostezo.—Pero me estoy muriendo de sueño realmente.

—Me sorprende que puedas recuperar el sueño tan rápido después de lo que pasó.—comentó su marido.—Volvamos a la cama...

—Bonnie... ¿Qué hay de ti?, ¿no te hiciste daño?—cuestionó la mujer preocupada antes de frotar su ojo.

—Estoy bien, no te preocupes, mamá.

La mujer sonrió y asintió.

—Bueno, si tú lo dices...

—Vuelve a tu habitación, Bonnie. Recuerda que mañana tienes que ir a clases.—mencionó su papá.

—Si, si...—el muchacho se encaminó a su cuarto.—Buenas noches.

—Buenas noches.—dijeron ambos padres.

Bonnie entro a su habitación, suspiro y cerro la puerta, encerrándose en su habitación. Bonnie se encaminó a su cama, pero de repente se detuvo, sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo, cada índice de su ser podía gritarle desesperadamente qué alguien estaba detrás de él. Bonnie se giro lentamente, simplemente para encontrarse con nada.

El joven muchacho estaba confundido, entonces volvió a girarse para encontrase con una figura extraña sentada en su cama, Bonnie casi pegaba un brinco para atrás, el individuo, o cosa, sentado en su cama poseía un cabello rojo peinado para atrás, su piel es pálida, ojos finos con una mirada profunda y tenebrosa de color ámbar, poseía unas extrañas ropas, elegantes, un traje completamente negro con una rosa en el bolsillo de su pecho, también una larga capa qué cubría su cuerpo, de color negro y con algo de pelaje por los bordes.

El rey demonio. {Fonnie} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora