diesinueve final.

528 49 11
                                    

Después de unos meses, Jisung se acostumbró a su nueva rutina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de unos meses, Jisung se acostumbró a su nueva rutina. Los vecinos y sus antiguos compañeros asistieron a su casa a darle una bienvenida apropiada.

Recibía visitas de Minhee y Heesung muy a menudo, siempre buscaban cualquier excusa para pasar el rato con él y Jeongin. Agradecía que todos a su alrededor mantuvieran el mismo trato que hace unos años antes de que su padre falleciera.

Ahora daba un paseo por el parque mientras empujaba la carreola, su teléfono sonó avisando que era la hora de la comida del pequeño Jeongin.

Tomó asiento en la banca más cercana y sacó las papillas que Jeongin está comenzando a deleitar. El bebé aceptó la primera cucharada con una sonrisa y un sonido de satisfacción, al bebé le gustaba los nuevos sabores que estaba experimentando y por supuesto que comía todo el contenido que su papá le ofrecía.

Mientras Jisung disfrutaba de su momento a solas con su bebé un perro  de de manchas blancas y café subió a su regazo olisqueando la comida del bebé.

—Hola pequeño ¿Te perdiste?—Jisung acarició el pelaje del perro, Jeongin sonrió al ver al perro mientras lo señalaba con su pequeña mano

—¡Berry!—El perro giró su cabeza hacia el lugar donde lo llamaban—¡Berry!

Un chico alto de cabello castaño y algunos risos con shorts negros y playera gris sin mangas se acercó corriendo hacia Jisung, un niño de cabellos negros y lacios continuaba gritando el nombre del perro ya que no respondía a ninguno de sus llamados.

—Berry ven aquí—Berry acudió a los brazos de su dueño dándole amor, Jisung sonrió ante la escena del perro mimando al niño quien reía y lo abrazaba

—¿Estás bien? Lamento las molestias, mi hijo y yo estamos entrenando a nuestro perro—Berry corría felizmente del niño hacia Jisung y el chico de risos castaños

—No te preocupes, Berry no hizo nada malo—La risa del bebé llamó la atención del perro, subió sus patas a la carreola donde se encontraba el bebé y se impulsó para subir

—¡Berry no! Baja de ahí—Berry brincó hacia Jisung, el recipiente con la papilla se había caído manchando la playera y pantalón del pelinegro

—¡Berry! Vamos a jugar—El perro corrió hacia el llamado del niño quien comenzó a correr mientras sostenía un juguete que se había convertido en su favorito

—Lo lamento tanto...—Se inclinó para disculparse, se sentía apenado por el problema que su perro había causado—¿Tu bebé está bien? ¿Le hizo daño?

Jisung sacó a Jeongin de su carreola y lo cargó en sus brazos, el bebé se revolcaba en los brazos de su papá tratando de bajar y seguir al perro que jugaba felizmente con el niño a unos metros de él.

—Su risa me dice que se encuentra bien...

—¡Beomgyu no te alejes demasiado!—Recibió un ok de su hijo y continuó jugando con Berry—De verdad lo lamento, mi perro arruinó tu ropa y dejó a tu bebé sin comer

Gimpo |Minsung|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora