With love

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Bastián esperó. Sabía que ella buscaba las palabras. Odiaba el dolor, la pena y la culpa que notaba en cada línea de su cuerpo, de su cara. Hubiera vendido su alma al mismo Diablo solo para no tener que volver a verla en ese estado.

Rota.

Solo de verla nacía y surgía esa necesidad de protegerla, cuidarla y sostenerla en cada momento; tanto en los fáciles como en los difíciles.

Y en ese momento se dio cuenta, que jamás podría vivir sin ella, que fuera lo último que viera antes de cerrar los ojos y lo primero que viera al volver a abrirlos.

Poder escuchar su voz todos los días, su risa y sus precauciones.

Girar el cuerpo en el colchón de su cama, y verla ahí tumbada, enredada en las sábanas y su pelo suelto alrededor de su cara, en mi almohada, con solo una de mis camisas puestas y mi bóxer, una costumbre que al principio odiaba, pero ahora solo puedo odiar el pensamiento de verla sin mi ropa puesta. Se ve jodidamente caliente, sexy.

Y es que la conoció de una manera que no era la adecuada, sin dormir, sin ocuparse de sus cargas mas que de forma monetaria. Sin pelear por su puesto, su futuro.

"Y es que cuando los años nos pesen, y las piernas no caminen, los ojos se nos cierren y la piel ya no se estire, cuando lo único que pese, sea lo que hicimos en vida.

Eres el amor de mi vida"

-Narra Lérida-

Esta es mi carta hacia ti este día tan especial, un pedacito de una canción con mucho sentimiento. Por que sin saber cómo, entraste en mi coraza, esa coraza que tan dura y con tanto esfuerzo mantenía arriba, con miedo de que me volvieran a lastimar.

Porque sé que si me vuelven a lastimar de la manera que me lastimaron una vez, no podré volver a levantarme, porque en ese momento no pude tirarme en ese precipicio, pero no sé si la próxima vez conseguiré frenar mis pasos.

Hoy nos casamos, sin haber sido novios, solo algo que parecía ser pasajero, pero que día tras día me era más difícil imaginarme una vida donde no la estuviera compartiendo contigo.

En nuestras subidas y bajadas, en cada guerra mano a mano, porque aunque en el campo de batalla éramos enemigos, siempre nos aseguramos de cuidarnos las espaldas y jamás dañarnos, porque no es nuestra culpa haber nacido en reinos enemigos.

Y es que cómo varias veces decía Bastián: sólo déjate llevar, déjate amar.

Jamás, jamás saldrá de mi acerté daño, y si lo hago, por favor dímelo, para así poder cambiarlo, porque hacerte daño a ti sería destruir mi corazón, mi vida y mi alma.

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⏰ Última actualización: Sep 01, 2023 ⏰

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