Harry Potter: inquisidor junior -HIATUS-

Capítulo 5: Alfareros y trazadores

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Harry Potter: inquisidor junior

Capítulo 5: Alfareros y trazadores

A la mañana siguiente, Harry se dirigió con cautela abajo. Recordó el incidente de la noche anterior y se sintió bastante avergonzado por ello. Realmente sabía que no tenía nada de qué avergonzarse, pero algo sobre despertarse gritando simplemente no le sentaba bien al mago de quince años. Bueno, no fue exactamente macho era?

Abajo en la cocina, Harry descubrió que solo Susan estaba en la mesa del desayuno.

Ella levantó la vista cuando él entró y le dio una sonrisa, seguida de una brillante "Mañana."

Tal comportamiento inmediatamente puso a Harry un poco nervioso. Hasta ahora, durante su estadía, él y Susan apenas se habían dicho nada, y mucho menos intercambiaban bromas temprano en la mañana. Casi de inmediato se dio cuenta de que ella debía haber escuchado lo que había sucedido la noche anterior y ahora estaba fingiendo que no había pasado nada. El problema era que había sucedió, y eso solo hace que Harry se sienta peor.

Decidiendo morder la bala, Harry forzó una sonrisa en su rostro y respondió "Buenos días. ¿Dónde está tu tía?"

"En la oficina", respondió Susan, "tuvo que irse temprano."

"Correcto", respondió, y luego su mente dejó en blanco sobre qué decir a continuación. Finalmente se decidió por "Bueno, solo daré un desayuno y luego me apartaré de tu camino-"

"Oh, no tienes que hacerlo", respondió Susan, "Vamos, has estado aquí por unos días y parece que te quedarás aquí el resto del verano. También podríamos acostumbrarnos a estar en la misma habitación que el otro."

Harry sopló un suspiro y admitió "Sí, tienes razón. También podríamos acostumbrarnos."

Se sentó en la mesa sentada frente a Susan e inmediatamente apareció un plato frente a él, cortesía de los Elfos de la Casa, que contenía tres rashers de tocino, dos huevos fritos y dos rebanadas de tostadas.

Harry terminó dos rascadores de tocino, un huevo y una tostada antes de mirar hacia arriba y Susan y preguntar "¿Entonces ... ya estaba acostumbrado?"

Ella sonrió ligeramente pero sacudió la cabeza en negativo.

"Sí, yo tampoco", respondió Harry, girando unas cuantas cortezas de tocino con su tenedor.

Dio un suspiro y comentó, principalmente para sí mismo "Probablemente debería salir de ese hábito..."

Susan levantó la vista y preguntó "¿Qué hábito?"

Sorprendido por la pregunta, Harry se tomó un momento antes de responder "Por lo general, guardo las cortezas de tocino para Hedwig, pero ella no está aquí."

"Donde esta ella?" Susan preguntó.

Harry se mordió el labio antes de responder "No lo sé. La envié a entregarle una carta a una amiga, pero ella nunca regresó."

Susan frunció el ceño y comentó: "Bueno, eso es extraño. No es como una lechuza para no volver a casa. Incluso si está lesionado, una lechuza tiene suficiente magia para encontrar el camino a casa."

Harry inclinó la cabeza hacia un lado y preguntó "¿Las búhos tienen magia?"

"Los criados para ser repartidores", respondió Susan "¿De qué otra forma sabría un búho a dónde ir si se lo envía a entregar una carta a un lugar donde no ha estado antes?"