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DOS GRACIAS POR LA AYUDA 📍buenos aires, argentina jun 2022
— felicidades chicos! — comenta la mujer de la inmobiliaria y nos entrega los juegos de llaves.
después de un mes, al fin pudimos adquirir la propiedad en miralagos. tanto mi familia como la de lucas estaban más que contentos por el gran paso que habíamos dado. las cosas entre nosotros están más que estupendas y eso me pone muy feliz.
lucas se había pedido la mañana libre, pero ya tenía que volver a entrenar. mi novio me dejó en su departamento, donde yo tenía mi auto. aunque lucas insistió en mudar las cosas con tranquilidad, preferí empezar a llevar cosas a la casa.
llené el baúl del auto con algunas cajas que me costo subir, y empecé mi camino al country, que es nuestro nuevo hogar. después de una hora, sin tráfico, llegué. el lote 27 me recibe con una hermosa casa de dos pisos y una pileta más grande que mi departamento en capital.
estacione el auto cerca de la puerta para empezar a entrar las cajas. mi teléfono suena y es mi novio avisándome que va a pasar su papá a tomar algunas medidas. después de contestarle a mi novio, mi suegro me pide la ubicación y yo con gusto se la mando.
el solcito de junio estaba empezando a calentar un poco el ambiente y abro algunas ventanas de la casa. con algunas cajas en el piso le mando una foto a mi novio diciéndole lo contesta que estoy por nuestra nueva etapa.
la caja de trofeos de lucas y algunos de mis libros es más pesada de lo que yo imaginé, y eso que hace unas horas atrás la había podido levantar sin problemas. casi sin ver lo que estoy pisando, me tambaleo y cierro los ojos porque espero el fin de mi existencia.
pero no, por sorpresa no se me cae nada y abrí uno de mis ojos. los volví a cerrar pensando que es mentira que la persona que tengo frente a mi ojos.
— estás bien? — pregunta el jugador de futbol mientras corre la caja que tengo en las manos. — gaia?
— hola nico, si estoy bien — contesto algo avergonzada y se nota rápidamente en mis mejillas
nuestras miradas se juntan y es hipnótico. veo cómo mueve sus labios pero no logro escuchar lo que dice.
— qué? — logro articular y el frunce un poco el ceño.
— a donde queres que ponga la caja?
— ah, perdón. allá en esta bien — señalo la entrada de mi hogar y mi vecino asiente.
su perfume desaparece de mi radar, su ropa deportiva me da a entender que está volviendo de entrenar. nicolas apoya la caja en donde le indique hace minutos y su caminata hacia mi se vuelve más lenta de lo normal, o por lo menos es lo que ven mis ojos.
mi mente divaga ante su mirada. el en cambio me mira extraño, debe pensar que tengo algún problema porque no para de agitar su mano ante mis ojos.
— tierra llamando a gaia — su voz se vuelve más clara y espero no haber quedado como una pelotuda.
