Todo comenzó así, ella les robó a su padre, la vida a su madre y él quería llevársela también a ella, pero ella jamás dejaría a sus hermanos solos, ellos eran los Guzmán, una familia con poder en la sangre.
Carlisle Cullen fanfiction
Twiligth Saga
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Diana, observaba por la ventana como los árboles pasaban rápido detrás de ellos, su madre iba al volante del auto y ella de copiloto mientras sus hermanos iban detrás dormidos, había sido un viaje largo.
—Se van a adaptar, lo se, además la psicóloga lo recomendó —hablo su madre al verla tan distraída.
—Lo vamos a hacer mamá —La adolescente le sonrió a su madre y ella regresó el gesto —además todo esto nos servirá para por fin alejarnos de todo lo que surgió con la muerte de papá.
—Perder la fabricadora me dolió, ¡pero quien se iba a imaginar que tenía tantas deudas! —respondió alzando la voz la mayor.
La chica asintió con tristeza y volvió su vista al frente
—Me alegra que aceptaras este trabajo, es para ti.
Su viaje siguió hasta Forks, específicamente a la reserva, que es donde su madre había obtenido un trabajo como doctora (curandera) en él área. Tal pareciera que los chicos de esa reserva no tenían fe en los doctores del hospital general, ellos parecían ser más como... naturales.
[.....]
Marzo, es marzo, el año escolar iba por la mitad
—¿Por que no nos inscribimos en la preparatoria de la reserva? —preguntaba Miguel a las mujeres de su familia.
—Por que no sabía que había una preparatoria de este lado —aseguró su madre mientras escogía algunas plantas medicinales.
—Miren el lado bueno, si hacemos algo malo no le dirán a mamá lo que hicimos —aseguró Diana mientras terminaba de rizar sus pestañas mientras su madre la miraba mal.
—Habrá más personas para socializar, y más ganado —terminó por opinar Mariana.
—Ya ya, ¡suban al auto que se les hace tarde! —apresuró su madre mientras ellos besaban sus mejillas y salían —Por favor conduce con cuidado. —Diana asintió y recibió la bendición de su madre para después salir y conducir a la preparatoria de Forks.
[.....]
El auto de los jóvenes Guzmán entraba al estacionamiento reservado anterior mente, uno de esos por los cuales pagas para mantener tu auto seguro.
Estacionaron el coche rojo y bajaron como las divas que son, se llevaron varias miradas, su piel bronceada entre tantas pieles blancas y pálidas los hacía resaltar entre un puñado de personas similares y tan parecidas. Su belleza y figuras también ayudaban, la sangre mexicana corría entre sus venas resaltando sus delgados y voluminosos cuerpos en los lugares correctos.
Se miraron por última vez y se separaron, los mellizos tomaron camino a... quien sabe donde, mientras que Diana caminaba a la secretaría para tomar su horario.
