𝐄𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐭𝐮𝐲𝐨 - 𝑆𝑝𝑖𝑑𝑒𝑟𝑏𝑒𝑎𝑟

𝐀𝐥𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐭𝐢𝐯𝐞 𝐞𝐧𝐝𝐢𝐧𝐠

Mucha gente llegaba a la lista, pero nunca era él quien volvía. Tenía una mínima esperanza de que quizás llegaría de un tren, un barco, un avión, alguien. Más específicamente un híbrido de oso negro con un cabello sedoso, con ojos morados que brillaban cuando se encontraban con sus ojos color miel, con una gran habilidad en la lucha y construcción.

Pero nunca era así.

Luego de que aquel chico se haya marchado sin explicación alguna, muchas cosas cambiaron.

Cada vez Missa se alejaba más de la gente a la que quería, en busca de saber que le sucedió a su hermano y poder entender mejor su decisión.

Huevos fueron entregados a los integrantes de aquella isla, pero la falta de gente era notable al haber varios padres solteros.

Vegetta actuaba de manera más solitaria que de costumbre, se notaba que la ida de su hijo lo había afectado en sobremanera, más al no tener ningún tipo de comunicación con este mismo.

La gente dejó de confiar tanto en él por los sucesos ocurridos con Spreen.

Cada vez que coquetaba con alguien, lo ignoraban y expresaban que no era situación como para hacer eso, haciéndolo sentir cada vez más fuera de lugar.

Se sentía culpable por todas sus acciones en el pasado.

Meses después, intentó tener algo con un hombre brasileño que llegó a la isla una semana después de que el oso se fuera, pero nunca nadie tomaba en serio sus insinuaciones. Ni una persona creía que Roier era capaz de enamorarse.

Se sentía frustrado, digo, nadie le creía últimamente, y las personas que lo hacían no tocaban el tema.

Un día...

La lluvia caía fuertemente en la isla Quesadilla, era casi de noche y le anunciaron a todos los integrantes que más invitados llegarían. Muchos estaban durmiendo, otros se levantaron solo por curiosidad y ganas de chismear.

El tren sonaba fuerte a pesar de la lejanía, era la primera vez que lo escuchaban después de hace tanto tiempo, puesto que la llegada de los nuevos integrantes siempre era desastrosa y peligrosa. Era extraño que llegarán tan pacíficamente.

Las puertas del tren se abrieron, y de allí primero salió un híbrido de gato, con ojos verdes y cabello castaño. Detrás de él salió tomado de la mano al anterior gato, un chico de cabello castaño y ojos iguales, de la misma estatura. Finalmente, un híbrido de oso salió detrás de la pareja.

Su cabello había crecido y ahora estaba atado en una pequeña coleta baja pero su color y texturas se mantenían ¿Que habrá pensado para tomar la decisión de mantenerlo largo?, tenía más cicatrices en su rostro y en sus brazos que la anterior vez ¿Con que enemigos habrá luchado para llegar a esas marcas?. Todo en él había cambiado.

Sin embargo sus ojos se veían igual de hermosos que siempre, brillantes y con esas largas pestañas que no hacían más que embellecer su rostro.

Había pasado demasiado tiempo, unos aproximadamente dos años desde que lo vio por última vez. El ver lo dejó sin aliento. El último recuerdo que tenía de él eran sus ojos morados llenos de lágrimas, y una expresión de rabia. Ahora mismo tenía un rostro lleno de paz, todo lo contrario a como él lo dejó.

Rápidamente la gente se adelantó para saludar a los nuevos, Spreen buscó con la vista a alguien de su familia, pero no vió a nadie. Quizás seguían durmiendo, había llegado muy tarde y sin aviso alguno. Como siempre.

Mientras buscaba entre la gran cantidad de gente, sus ojos se cruzaron con la mirada perdida del arácnido. Mantuvieron contacto visual por largos segundos que se sintieron como una eternidad. Ninguno decía nada, sus expresiones no cambiaban.