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Habían pasado ya 2 largos meses desde aquellos incidentes con los pilares y el cazador, el ambiente se sentía diferente con el pasar de los días, no sabían si se debía a que el invierno se aproximaba y sus entrenamientos debían ser más seguidos con el resto de pilares y cazadores o una técnica de sangre de algún demonio como lo llego a pensar Sanemi.

¿Diferente en que? Se preguntarán, por mera coincidencia aquel pilar del agua y viento se encontraban muy seguido para entrenar con otros cazadores, en las misiones o simplemente se cruzaban sus caminos, comenzaban a sentirse menos incómodos con la existencia del otro.

A Sanemi le intrigaba ver al pilar del agua llegar herido de una batalla, o esos espasmos que tenia su cuerpo cuando el contrario recibía un golpe, era claro que no admitiria nunca que le pasaba esto, incluso se enfadaba y buscaba desquitar su ira entrenando, golpeando cosas o a quien se le cruzara enfrente además de refugiarse en una actitud defensiva, mientras el contrarío sentía que lo observaba más seguido y aunque seguía insultandolo, de vez en cuando lo regañaba y era como si en verdad se preocupara genuinamente por el, eso le traía nostalgia pues tenía tiempo sin que nadie demostrará algo así hacia el.



Mientras tanto en otra parte de la sede, el pilar de la niebla y el cazador seguían sin dirigirse la palabra.

Oyakata-sama fue notificado por su cuervo sobre el abrupto cambio de sus queridos hijos, a decir verdad la noticia de que Sanemi y Giyu comenzaban a tolerarse le causaba alegría, caso contrario con Muichiro y Genya, le generaba incertidumbre, eran tan unidos y armoniosos y de un momento a otro simplemente fue como si no existiera ningúno. Así que decidió llamarlos por separado para hablar con ellos y escuchar su version.

El primero en ser llamado fue el pilar de la niebla, quien acudió rápidamente, mostrando respeto arrodillandose frente a el.

Tokito: Buenos días Oyakata-sama ¿Que tal se encuentra el día de hoy?

Oyakata-sama: Buen día Muichiro, me encuentro bien el día de hoy, aunque algo me inquieta últimamente, ¿como te encuentras tú?

Tokito: ¿huh?

Oyakata-sama: ¿tuvieron algún percance en la misión que se les asigno en Tokio?

Tokito: (oh no...) Lamento mucho inquietarlo con algo así de insignificante, baje mi guardia y se que es algo imperdonable, me esforzaré mucho más para que esto no vuelva a ocurrir y no afecte mi rendimiento...

Oyakata-sama: No tienes nada de que disculparte, mi intriga radica en que te he vuelto a notar distante y a Genya igual.

Tokito: (Genya) - penso con tristeza-

Oyakata-sama: Veo que también te preocupa tu compañero

Tokito: (¿también? ¿El ha preguntado por mi? ¿Esta preocupado?)

Ahh... así es... Además tuvimos una fuerte discusión por culpa mía. - decía con la mirada fija en el piso-

Lo siento...

Oyakata-sama: ¿Te gustaría hablar sobre lo sucedido?-dijo con un dulce tono de voz buscando la mirada del menor-

Tokito aún cabizbajo asintió y procedió a contarle todo lo que paso en batalla y después de esta (era claro que no le diría nada sobre su conversación con Tanjiro, era un enorme secreto muy intimo y personal, además no sabía que riesgos o problemas conllevaría el que se supiera tal cosa).

Oyakata-sama: así que eso fue lo que paso

Tokito: le ruego en verdad me disculpe, nunca le había causado problemas a nadie (mentira yo soy el problema de todos siempre) y ahora perdí el control de mi mismo, pudo ocurrir algo peor, soy un pilar, mi deber es ser el responsable del cazador que me acompañe, se supone que debo dar el ejemplo... - decía sumamente frustrado empuñando sus manos-

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