JIMINIE

Hola mi nombre es Jimin y vivía en un pequeño pueblo de Seúl, un pueblo donde casi nunca ocurrían crímenes.

Vivía con mi padre, quien nunca permitía que nadie me viera. Los vecinos siempre me escuchaban reír y jugar cada vez que cruzaban por mi puerta.

Pero mi padre jamás dejó que nadie me viera, ya que ocultaba un terrible secreto…

Un día se produjo un terrible incendio en  los campos que estaban alrededor de mi casa, y este se acercó a mi vivienda. En medio del incendio solo salió mi padre y yo me quedé dentro de mi casa.

Los vecinos le preguntaron a mi padre por mi, a lo que respondió que no me encontraba dentro de la casa. Los vecinos comenzaron a crear rumores sobre mi y dijeron no salía porque supuestamente me queme en el rostro o porque mi padre era una persona muy enferma que ni siquiera me permitía ver la luz del sol.

Años atrás mi madre perdió la vida en un incendio. Mientras el fuego aún se encontraba encendido mi padre entró a la choza en llamas para rescatarme.
Por lo que la gente comenzó a llamarlo brujo a sus espaldas. Tras ese incidente mi padre se negó a que yo saliera de la casa.

La gente del pueblo nunca querían hablar con él, ya que lo veían raro. Solo conversaban el tiempo necesario con él, su aspecto era aterrador, por lo que apoderaron “el mal padre”.

Ya que la gente del pueblo nunca pudo ver mi rostro, aunque solo podían observar mi silueta en los columpios dentro de mi casa.

Entre los jóvenes de la comunidad, mi rostro se convirtió en un desafío. Entre los rumores comentaban que mi padre había enloquecido y que solo quería a su hijo para él.

El misterio levantó la curiosidad de varios jóvenes del pueblo, quienes en un reto de valentía decidieron conocerme. Así fue como un grupo de jóvenes, incluido un llamado Min Yoongi, acamparon a las afuera de mi casa.

Con la finalidad de esperar el anochecer y acercarse a una de las ventanas para conocer al joven misterioso.

Mi padre salió de la casa para comprar unas cosas, así fue como los jóvenes que vigilaban decidieron entraron. Mi casa tenía un peculiar olor, propio de los objetos antiguos.

Los jóvenes encontraron algunas prendas, lo cual confirmaba mi existencia. Buscaron por la casa y encontraron mi habitación, según las estimaciones de las personas debía tener unos 18 años. Pero en el cuarto solo encontraron una cama con joven sobre ella.

Al descubrir el rostro del joven, los cinco jóvenes gritaron. Ya que lo descansaba sobre la cama, solo era un bulto de carne semicarbonizado.

Al cual le habían cosido botones en vez de ojos, además de una serie de costuras que aparentaba ser una boca. Era el resultado del fatídico incendio en el que perdí mi vida.

Espantados los cinco jóvenes gritaron y salieron corriendo de mi casa, alarmado a otros vecinos y contándoles a sus padres todo lo que habían visto. Mientras los observaba desde la ventana de mi habitación.

Mi padre nunca pudo superar mi muerte y de alguna manera me quería seguir teniendo con él. Las risas y llanto que escucharon todos mis vecinos, fueron producto de una práctica de magia negra, ya que en realidad mi padre era un brujo.

Mi padre logró traerme a la vida atreves de un muñeco. El pueblo descubrió todo y lo detuvieron, encerrándolo en un psiquiátrico donde permaneció hasta el día de su muerte.

La policía investigo mi casa y en una de las habitaciones encontraron cientos de libros con información que mi padre recaudó de todos los niños del pueblo.
Además de artículos relacionado con la brujería, pero lo más aterrador fue que bajo el suelo de la casa, encontraron los restos de un joven que había desaparecido recientemente.

Mi padre lo tenía ahí, porque intento transferir mi alma al cuerpo de ese joven. Cuando lo encerraron nunca pregunto por el bulto carbonizado, solo preguntaba por el muñeco de trapo encontrado en la escena del crimen.

Ese muñeco era la silueta que muchos vecinos vieron jugando en el columpio de mi casa. Dentro ese trozo de trapo me encontraba yo, esperando a que mi padre me regresara a la vida.

Pero no se preocupen, que yo me encargue lentamente de los cinco jóvenes que hicieron que mi adorado padre y yo nos separaremos y sufriéramos este fatídico incidente.

En la actualidad sobre mi casa está construido un conjunto de apartamentos, donde los inquilinos afirman que mi alma junto a la de mi padre merodean el lugar.

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