Capítulo 2: Los pájaros, las abejas y los warpies del tiempo

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Capítulo 2: Los pájaros, las abejas y los warpies del tiempo

Mientras Emily me abrazaba con fuerza, presionándome contra su pecho, pude sentir una sonrisa desagradable en mi cara como si tuviera una idea. "Sra. Emily, ¿dónde están sus pelotas?" Le pregunté, sonriendo viscosamente en su pecho.


"¿¡Qu-qu-qué!?" Emily tartamudeó, retrocediendo y mirándome a la cara con ojos temblorosos, su cara aún más roja que una fresa. En este punto, mi expresión cambió a una de curiosidad inocente. No podía esperar a escuchar lo que ella tenía que decir. "Su pipi y sus pelotas se han ido, Sra. Emily". Reiteré, haciéndola tartamudear y estremecerse una vez más.


"Creo que esa es una pregunta para mamá y papá". dijo con risa nerviosa. Ella pensó que podría alejarse de mí, pero desafortunadamente para ella, yo tenía el cerebro de un hombre cachondo de veinticinco años, veintisiete si le sumas mis dos años en este nuevo mundo.


"Oh, está bien. ¿Les digo a mamá y papá que la Sra. Emily no estaba en ropa interior y me mostró que se le habían ido las pelotas?" Pregunté con inocencia infantil, poniendo su rostro aún más carmesí cuando esas palabras salieron de mis labios.


"¡N-no! ¡No, por favor no hagas eso!" Emily se tapó la cara con las manos y comenzó a sacudir la cabeza avergonzada. "Me meteré en un gran problema si lo dices de esa manera..."


'Jejejeje... ya la tengo'. Pensé para mis adentros antes de hablar con mi linda vocecita de niño pequeño. "Bueno... ¿Puedes decírmelo? Prometo mantenerlo en secreto. Promesa de Pinky". Le tendí mi meñique, haciéndola reír mientras envolvía el suyo en su mente. "No puedo creer que esté haciendo esto..." murmuró para sí misma antes de mirarme a los ojos y darme una explicación.


"Las chicas no tienen pipí ni pelotas, Ky. Bueno, algunas sí, pero yo no soy una de esas chicas". Emily respondió, sonriendo dulcemente como si este fuera el final. "Oh..." Actué como si acabara de escuchar una revelación antes de hacer la siguiente pregunta. "Pero, ¿cómo hacen entonces las chicas para orinar?" Le pregunté, sabiendo a dónde llevaría esto.


Emily se sonrojó y giró la cabeza hacia un lado con nerviosismo. "Bueno... tenemos un agujero diferente." Ella se rió nerviosamente, mirando a su alrededor para asegurarse de que nadie escuchara eso. "¿Un agujero?" Yo pregunté. "¿Qué tipo de agujero?"


"Seguro que haces muchas preguntas". Emily dijo con una risa nerviosa. "Creo que son suficientes preguntas". Emily se levantó y comenzó a jugar con la estufa nuevamente, sin embargo, con una sonrisa en mi rostro, dije algo que pareció enviarle un escalofrío por la espalda. "Simplemente les diré a mis padres que no pudiste responder".


Hablé con la voz de un niño pequeño, pero con el tono de un hombre, lo que hizo que ella me mirara con ojos horrorizados. Ella pudo ver mi sonrisa malvada mientras estaba allí de pie con los brazos cruzados. "¿Cómo se llama el agujero, Sra. Emily? Puede que no les guste si les cuento lo que ya aprendí de usted, ¿verdad? No quiero que pase nada malo..." Emily no dijo nada, solo me miró fijamente. ojos muy abiertos como si acabara de ver un fantasma. "¿Qué... qué eres?" ella preguntó. "¿Estoy soñando?"


"Tal vez. ¿Puedes responder la pregunta?" No sé por qué estaba siendo tan malo con ella. Tal vez fue porque, en mi vida pasada, yo era el que las chicas manipulaban y mandaban. Se sentía bien estar al otro lado.

Renacido en Marvel como un mutante que cambia el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora