La novia de mi hermano [Freenbecky] ~ Adaptación

Capítulo 34 (Regañada)

- ¿Dónde estás, Becky? - Su tono se quebró y maldije por lo bajo.

Me removí en mi lugar y gruñí al olvidarme del maldito dolor que llegaba al moverme o respirar.

- Estoy bien, sólo respira, estoy aquí hablando contigo y estoy bien, sólo respira para mi ¿si? - Sonreí levemente al escuchar como respiraba una y otra vez, después de varias respiraciones su voz volvió a escucharse.

- Si dices estar bien... ¿Por qué estás ahí? ¿Acaso me estas mintiendo?

- No amor, sólo estoy un poco adolorida, pero nada más - Respondí y sólo pude escuchar su pesada respiración.

- ¿Qué fue lo que paso? - Pregunto llena de miedo, abrí la boca, pero era incapaz de contestar, no quería preocuparla más - Becca... - Presiono al parecer sintiendo mi duda.

- Yo... me metí en una pelea - Respondí y ella hizo un sonido de sorpresa, pero antes de que hablara me adelante - Con Sam y algunos de sus amigos - Me quede en silencio esperando a que dijera algo, pero sólo se escuchaba puro silencio, me mordí el labio esperando a que hablara, pero los segundos parecían eternos - ¿Freen? - La llame.

- ¿En qué hospital estas? - Pregunto en tono frió y supe que estaba enojada.

- Estoy bien, no es necesa...

- ¿En serio estás bien? ¿Entonces porque demonios estas en el hospital? No estás bien, puedo escucharlo en tu forma de respirar, me prometiste que no volverías a pelear, me lo prometiste, Becky, sólo dime donde estas, quiero ver que estas bien, por favor...

Sentí como mi corazón se comprimía al escuchar su voz quebrada, cerré los ojos y me deje caer mi cabeza en la almohada sintiéndome totalmente impotente, podía escuchar leves sollozos que me hicieron sentir peor, odiaba ver o escuchar a Freen llorar y más por mi culpa.

- Mi amor... - Susurre con dulzura tratando de calmarla - Te juro que estoy bien, sólo tengo una contusión en las costillas es por eso que estoy aquí y sé que te prometí que no pelearía de nuevo, pero no tuve opción, te prometo que mañana te explicare todo cuando salga de aquí, pero es muy tarde para que vengas, en realidad no sé porque me tengo que quedar en observación si estoy bien, pero mamá se empeñó en dejarme aquí en parte creo que es como castigo porque sabe que no me gustan los hospitales - Dije juguetonamente rogando porque mis palabras la hubieran calmado - Ve a dormir, te aseguro que no hay nada de lo que tengas que preocuparte.

- ¿Segura de que estas bien? - Pregunto ya más tranquila.

- Sí, estoy bien y más ahora que estoy escuchando tu voz, tú haces que olvide en donde estoy y ese olor tan extraño que tienen los hospitales - Deje escapar un suspiro cansado sintiendo como mis parpados comenzaban a cerrarse - Quiero abrazarte y aspirar tu olor ¿Por qué el hospital no huele a ti? - Deje escapar un bostezo.

- Parece que alguien está un poco adormilada.

- Es el medicamento que me dieron, odio los hospitales, sácame de aquí - Dejo escapar una risita.

- Aún estoy molesta contigo por pelearte, eh... - A pesar de sus palabras amenazadoras, sonreí al escuchar su tono juguetón.

- ¿Cómo es posible que me gustes cada vez más a pesar de que eres una gruñona y una enojona?

- Ve a dormir, Becca, mañana a primera hora veras lo gruñona y enojona que puedo ser - Sonreí apretando el celular contra mi oreja tratando de mantenerlo allí, ya que mi fuerza poco a poco abandonaba mi cuerpo.