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──Ven mi amor

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──Ven mi amor.── Acomode a mi bebe para que quedara otra vez de frente al pastel.

Luego de ver que su papá no llegaba se ocultó para llorar con vergüenza de que sus amigos lo vean.

Yo realmente estaba intentando controlar mi ira para no llegar a desquitarme con quien se atreva mínimo a mirarme.

Tengo que solucionarlo.

──Ya, mira Rin papá acaba de llamarme.──Había fingido la llamada con la esperanza de que lo creyera.── dice papá que en la noche irá a llevarte un pastel para ti sólito.

──¿Me lo prometen? ¿No me estas mintiendo? ──frotaba sus ojitos esperando que dejen de salir más lagrimas.

──Claro que si mi amor── bese sus mejillas humedecidas por el llanto. Al menos eso logró sacar risas de su parte.── dejáselo a mamá. Ahora cantemos la canción del cumpleaños y sopla tus velitas.

──¡AL FIN!──el pequeño de ojos negros gritó alzando ambos brazos.

──¡MIKEY!──

【•】

─Muy bien mis amores, se van a quedar un rato con sus abuelos.── Los deje en su sala de juegos.

──¿A donde vas? ¿También me vas a dejar solo?──Las lágrimas se volvieron a hacer presentes.

──No, mi amor... voy por tus regalos de cumpleaños── con esa escusa lo deje tranquilo mientras Ran lo invitaba a jugar con los autos de juguete que le regalo Kyotani.

──Sei... relájate.── Kyo me miro tomar las llaves del auto.──Señor dígale algo...

──Hija...

──No, ya regreso...── tome el ligero abrigo y me dispuse a salir de la casa.──Kentaro,  agradezco que te preocupes tanto por mis hijos, pero esto es algo que tengo que resolver con ese inútil. Voy a hacer lo necesario para que mis hijos estén bien.

──Esta bien, lo entiendo pero no hagas una estupidez.

Con esas palabras en mente salí de casa para subir al auto en dirección a casa de mis ex suegros.

Esperaba que no me saliera con que estaba de vago en casa.

Llegue y nisiquiera espere a aparcar bien, mientras no considere que estorba a la vía esta bien. Al ser un lugar privado no pasaba mucha gente por acá.

Estaba a punto de golpear la puerta cuando está fue abierta de forma agresiva con gritos de por medio.

──¡No estoy de acuerdo con que te encuentres con tu ex! ¿¡Como quedo yo!? ── la mujer gritaba de forma exagerada. Parecía estar a nada de desgarrar su garganta.

──No voy a encontrarme  con Seiren, voy a ver a mis hijos.── Por lo menos el no le devolvia los gritos. Parecía que no se habían dado cuenta de que estaba ahí.──Voy demasiado tarde.

──¡No te atrevas a mencionar su nombre siquiera, no frente a mi! ¡Detesto su nombre, no lo quiero volver a escuchar!──Ya lo estaba jaloneando y todo.

No tenía tanto tiempo, sentía que en cualquier momento me llamaba mi papá para decirme que Rin lloraba y de paso el también lo estaría.

──Seiren.── Hice acto de presencia. Yo estaba perdiendo la paciencia.── Mira, ya no quiero perder más tiempo. Tengo llorando a mi bebe en casa esperando ver a su papá en su cumpleaños.

Recibí una mirada de desprecio por parte de la mujer.

──Seiren yo- ¿¡Eso por que!?── lo había golpeado en la cara. Yo creo que lo merecía.

──¿Sabes cuanto lloro Rindo por tu culpa? Eres un irresponsable, ¿así querías tener la custodia? No voy a dejar que mis niños lloren por ti.── sus padres miraban de fondo. Mientras ellos no me dijeran algo no me pensaba detener.── Espero que tu no hayas influido en esto, por que por mis niños soy capaz de todo, si tengo que arruinarte lo voy a hacer.

──¿Me estás amenazando?──Su tono burlón me enfadaba más.

──Si, así que ya sabes. No interfieras en la felicidad de mis hijos.

──Tu lo único que quieres es quitarme a Reiji, pero no te lo voy a poner fácil. Si es necesario me tendré hijos con él.

Las risas de mis ex suegros la confundieron.

──Déjame dejarte en claro las cosas. Yo lo que voto de mi vida no lo dejó volver a entrar, Reiji fue un pésimo esposo y sin dudas está siendo un mal padre, yo fui quien mandó al abogado con los papeles de divorcio y el fue quien me rogó que no lo dejara, al punto de acusarme con mi padre. No tengo más que soportar verlo cuando mis hijos quieran estar con él. Voy a recuperar los años que perdí estando con él en compañía de mis hijos.

──Deja que se vayan mujer, ¿no tienes algo más que hacer con tu vida?

──Pero... una cuarentona como tu lo único que tienes a favor es tu belleza, ¿piensas llevar a tus hijos a una vida viendo como eres una mujerzuela?

──Te equivocas, tengo dinero, juventud y empresas a mis hermosos 23 años. Lo necesario para darles a mis hijos una buena vida. Sin embargo tu me peleas a un hombre que te tiene viviendo con sus padres por que su sueldo solo le alcanza para el sin contar lo que me da de manutención para sus hijos. Si lo piensas bien, fue capaz de ser infiel teniendo dos hijos dentro de un matrimonio, ¿tu crees  que lo vas a amarrar con otro más? Que mujer tan patética.

Tome del saco a Reiji que aun procesaba todo. Lo subí al auto y arranque sin pensar, apenas eran las 9:13 seguro alcanzabamos llegar al parque de atracciones.

──Espero traigas dinero contigo. Y le vas a pedir perdón de rodillas a Rin.

 Y le vas a pedir perdón de rodillas a Rin

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Para otro capítulo voy a esperar que llegue a un mínimo de 100 votos. Solo para ver que si les va gustando.

¡Mom! | Hermanos HaitaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora