Y es en momentos tan tontos como ahora que te anhelo,
Tu calor,
Tu presencia y la fuerza con la que tus brazos me protegían del estruendo.Las tormentas siempre me parecieron un arte al que le tengo miedo,
Más sus truenos me generan infartos y sus luces producen ceguera en mis ojos.Aunque...
Cuando estabas acá,
Las tormentas eran fáciles de apreciar porque mi lugar seguro me protegía el alma de sus fuertes llantos.Llantos que hoy entiendo y comparto.
Las tormentas me siguen aterrando pero ahora me acompañan el desconsolado y roto lagrimear en cada noche que tus memorias me vuelven a atacar.