A principio de tu vida peleas para defender tu derecho a preferir jugar con las muñecas en lugar de a los soldaditos, y de enojarte, llorar, reír o cantar cuando te de la gana; pero al final terminas creyendo que eres tu quien esta equivocado y empiezas a pensar: ¿será posible que Diosito, que ha sido tam bueno para crear todo, conmigo se haya equivocado desde la A a la Z? ¿Será posible que EL, que a sido tan bueno con todo, conmigo haya sido tan incompetente? ¿O simplemente quiere mas a mis primas que a mi?
Es así que empiezas a odiar a Dios.
Es así que empiezas a odiarte a ti mismo, refunfuñando entre los dientes en la soledad de tu desesperación. "Si este tal Diosito no me hubiera echo así, si yo fuera otro, todo sería perfecto. Mis papás estarían contentos y me amarían, mis maestros me estimarían y sería capaz de hacerme respetar de los compañeros sin tener que mentir, esconderme o abusar de los demás.¡Si yo no fuera quien soy la vida sería maravillosa!