Bonus

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¡Hola! Agradezco enormemente a las personitas que les gustó este pequeño fanfic, por lo que estaré tomando un poco de tiempo para hacer un desenlace de esta historia, así como continuar con las que ya tengo en camino (pendientes 🥺)

Mientras comparto un pequeñísimo bonus que ya tenía desde el inicio de esta historia, solo que recuerdo que se me había agotado el tiempo en aquel día y no lo publiqué.

Sin más que añadir agradezco enormemente su apoyo, los quiero!!! 🥰

Bonus

—Si no supiera que Naruto es y será tu mejor amiga, te juró que estaría celosa al no haberme prestado atención en toda la velada —con un puchero Ino le reclamó a un Sasuke que veía como su hermano se llevaba al que pensaba hace pocas horas que era un chico el cual jamás imagino que fuera a ser una niña.

Sasuke no prestó demasiada atención a lo que su novia le dijo, ya que caminó hacia el jardín en donde ambos habían salido, deteniéndose detrás del ventanal al ver que tanto sus padres como los de su amiga estaban atentos a la interacción que tenían los jóvenes.

—A poco no hacen una linda pareja —fue Mikoto quien emocionada miraba la escena digna de una novela de amor de las que tanto le gustaba leer.

—Nuestros nietos serán hermosos —ahora Kushina con ojos soñadores imagino como serían las pequeñas criaturas que tendrían sus hijos.

—¿A mi hermano le gusta Naruto? —fue la pregunta que lanzó Sasuke incrédulo, acercándose por completo y viendo justo el momento en que su mayor y mejor amiga se daban su primer beso.

—¡¡Noooooo!! —fue el gritó, exclamación y única palabra que desgarro la dulce emoción dentro de la habitación —¡esto es inaceptable e inaudito! —proclamó Minato Namikaze al ver como su amada hija estaba entre los brazos de ese ladrón.

Kushina al ver el drama que estaba a nada de armar su amado esposo lo tomo de ambos brazos para alejarlo de la hermosa vista que componía su hija con el pelinegro, jalándolo con fuerza hacia la sala de estar, ya que el varón se removía entre sus brazos.

—Nadie es digno de estar como mi hija —volvió a reclamar Minato en un gruñido, tironeándose del fuerte agarre de su mujer, sin importarle que sus mejores amigos le vieran con cierta burla —¡NADIE! Ni siquiera tus hijos, Fugaku.

El nombrado no pudo evitar soltar una carcajada al ver la indignación, así como las mejillas rojas y los ojos llorosos en la cara de su amigo, obteniendo más incoherencias de parte de este e ignorando las expresiones de todos los presentes al ser pocas la veces en que muestra más que solo una cara seria.

Kushina al ya estar harta de todo el escandalo que estaba haciendo su esposo no le quedo de otra que darle un golpe en la base del cuello que lo dejo inconsciente, oyendo las expresiones de sorpresa por parte de Mikoto, Ino y Sasuke.

—Despertara en un rato, mientras ¿por qué no continuamos con la velada y nos ponemos al día sin tanto drama? —sugirió Kushina despreocupada, levantando a Minato sin esfuerzo sobre su hombro para recostarlo sobre el sofá.

—Tienes razón amiga, es momento de celebrar la unión de nuestras familias —ahora fue Mikoto que feliz se dirigía a la cocina, seguida de la pelirroja mientras que Fugaku veía estupefacto como Uzumaki noqueó a su amigo como si nada.

"Peligro", fue la palabra que cruzó por la mente del azabache mayor, tomando asiento en el sillón que se encontraba a un costado en de donde estaba "descansando" Minato, alcanzando uno de los libros que se encontraban sobre la mesita de centro y velando por su vecino mientras este despertaba.

Sasuke era quien se encontraba sin palabras, esa noche había sido de locos, a pesar de que había comprobado que Naruto seguía siendo él, ella o lo que fuera no dejaba de ser impactante el cambio, además de descubrir que su hermano siempre tuvo sentimientos por ella.

Ino dejo que las ideas de su pareja se ordenaran ya que podía entender como era que se sentía, siendo que para ella también había sido sorprendente el descubrimiento de la verdadera identidad de Naruto, además de que nunca le pasó por la mente de que la familia de su novio fuera así de espontanea con los Namikaze.

—¡¡¡Papá!!! —ahora fue la exclamación-grito que emitió Naruto al ver a su padre inconsciente sobre el sofá, soltando el agarre que tenía su mano con la de Itachi y yendo a buscar a su madre para reclamarle al respecto, ya que al perecer para los demás ahí presentes no era la primera vez que la mujer de cabellos rojos hacía eso con su marido.

CautivadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora