Cautivado

Capítulo único

Este es uno de esos fics que ya tenía ganas de escribir hace tanto tiempo, pero no había tenido la inspiración suficiente para sentarme a escribir, pero llegó este reto semanal de la repesca en el "Club de Lectura de Fanfiction" un grupo de Facebook, por lo que me atrevo a compartirles esta pequeña historia toda llena de amor y creo que sin tanto drama.

Una disculpa con la portada, soy malísima editando.

Espero que este fic sea de su agrado :D

Lo que esta en manuscrita son eventos del pasado c:

Advertencias de siempre:

Los personajes no me pertenecen son de Masashi Kishimoto, así como tampoco las imágenes de la portada tampoco son mías, solo las conseguí de San Google.

Posibles faltas de ortografía y redacción (ahora si no me dio tiempo de editar D:)

¡A leer!

(Editado el día 03/09/2023) 👉👈

Cautivado

Resumen:

Nunca supo cuándo fue el momento exacto en cuanto sus ojos ya no pudieron despegar su vista de aquel chico rubio 5 años más joven que él.

Sin imaginar que aquel escandaloso niño que conoció en los primeros años de su infancia fuera a terminar cautivándolo con su azul mirada.

Pareja:

Itachi X Naruto-fem

Etiquetas:

Genderbend, ItaNaru, NarutoFem, Itachi, Naruto, Amor

Capítulo Único

Ella tan solo tenía seis años cuando les dijo a sus progenitores que se quería parecer a su padre.

Minato y Kushina al inicio se miraron extrañados ante las palabras que su retoño emitió, al no comprender el significado de ello sí Naruto era una casi mini versión femenina de su padre, siendo que sin contar que las facciones del rostro de la menor eran casi idénticas a las de la pelirroja, Naruto poseía un cabello tan rubio como el mayor, así como los ojos azules y la tez bronceada de este.

Pero poco tardaron en descubrir a que se refería la niña cuando unos pocos días después de la confesión, la pequeña Naruto se había cortado de manera más que dispareja su largo y rubio cabello, además de que se había puesto las ropas de su progenitor.

—Pero cariño, ¿por qué has cortado tu cabello? —el temblor en la voz de Kushina, así como el nerviosismo contenido para no alterar a su pequeña le preguntó, más que nada al ver como las lágrimas caían de los ojos de Minato.

—¡Ya les había dicho que quería parecerme a mi papá! —vociferó con un puchero formando sus labios la más joven de los Namikaze —y los niños no usan vestidos y ni tienen el cabello largo.

—Pero eres una niña —dijo con tranquilidad la pelirroja, sorprendiendo a su marido de la actitud tan serena que había adoptado Kushina, ya que era bien sabido que su paciencia y control emocional eran muy limitadas.

—Pues no quiero ser una niña, las niñas son unas lloronas y no les gusta jugar conmigo —se cruzó de brazos, mirando desafiante a su madre, misma que soltó un suspiro, señal de que su paciencia había llegado a su límite.

Por ello mismo, Minato se limpió el rastro de lágrimas que aún quedaban sobre sus mejillas y se interpuso entre sus dos amores.

—¿Por qué a las otras niñas no les gusta jugar contigo, princesa? —preguntó con amabilidad Minato, tomando en brazos a su hija y llevándola al sofá mientras la sentaba entre ambos.