Capítulo 2

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Pasaron dos días para obtener mi respuesta.

Me dejó ir al área de dormitorios para traer algo de ropa para mi hijo. Nuevamente dejé a mi hijito con mi compañero maestro y los otros niños.

Le indiqué cual era mi habitación y caminamos en silencio hasta allí.

-Confío en ti -me dijo-. Entra sola.

Entre y busqué rápidamente la ropa de mi hijo y la puse en una bolsa de plástico que él me había dado, también metí un paquete de galletas que encontré sobre mi escritorio.

-Voy a entrar -escuché decir desde afuera y al instante ya estaba a mi lado

-¿Qué pasó? -dije sintiéndome nerviosa por su cambio de opinión respecto a dejarme estar sola en mi habitación

-No lo sé -me dijo y se acercó a mí, lo único que nos separaba era la bolsa que sostenía en mis manos

-Ya tomé lo que necesitaba -dije, este dio un paso más y prácticamente me acorraló contra el escritorio detrás de mí, tomó la bolsa de mis manos y la puso sobre el escritorio

-Ahora es mi turno para tomar lo que necesito -dijo subiéndome al escritorio y posicionándose entre mis piernas

Puso una de sus manos en mi mejilla mientras que la otra descansaba en mi muslo, yo sólo lo miraba expectante casi inmóvil, mi corazón latía a mil por minuto y parecía que se saldría de mi pecho.

-¿Qué me has hecho? -dijo, y con esto atacó mis labios

De un momento a otro me tomó de la cintura y me llevó a la cama, poniéndome sobre su regazo. Me besó apasionadamente mientras tomaba mis caderas y hacía que nuestros cuerpos rozaran por encima de nuestra ropa ocasionando que un gemido saliera de mi boca, a lo que este sonrió mientras seguía besándome.

Juro que esa emoción que sentí con él nunca la había sentido antes, este bajó sus besos a mi cuello y solté un gemido, él nuevamente sonrió.

-Esto no está bien -dije gimiendo pero Robert siguió besando mi cuello

-Pero se siente jodidamente bien -dijo y me dio un beso en los labios el cual yo no pude rechazar, este me tiró a la cama mientras se presionaba sobre mí, yo solté un gemido cuando este metió sus manos debajo de mi blusa

Finalmente terminó quitándome la blusa y yo comencé a desabotonar su camisa celeste, segundos después se la quité. Por primera vez en todo ese rato tomé iniciativa y besé su cuello mientras acariciaba su abdomen, provocando un gemido de su parte.

-Mía -susurró cerca de mi oído 

Y juro que si él hubiera querido algo más, yo hubiera aceptado. Porque en ese instante me sentía tan atraída a él como una polilla por el fuego, aunque quemarse fuera inevitable.

Porque en medio de ese infierno él era mi cielo.

-Tienes razón. Esto está mal -dijo de repente

-¿Por qué? -pregunté

-No estamos en la situación correcta...

-¿Y qué si yo también necesito esto?

-Mía -me separó de él tomándome por los hombros-. Te tengo secuestrada, ya tengo suficientes cargos en mi consciencia para añadir uno más. Vamos, tu hijo te está esperando

Él tenía razón, me limité a asentir.

Robert me ayudó a ponerme mi blusa y me dio un beso en la frente, después se volteó y tomó su camisa para ponérsela. Yo tomé la bolsa con la ropa que vine a traer originalmente y ví como él cruzaba la puerta de la habitación.

-Robert -lo llamé y él volteó

-¿Sí?

-¿Podrías darme un último beso?

Robert me miró casi con tristeza y negó.

-No -dijo e hizo una pausa-. Porque yo no querría sólo un beso. Vámonos, preciosa.

A la mañana siguiente, justo antes que saliera el sol, entró Carl, el jefe de Robert, a el aula en la cual estábamos.

-Vamos Robert, trae a todos los niños. Los usaremos como escudo

-¿No te das cuenta de que no queda más remedio que rendirse? -dijo Robert que venía detrás de él

-¿Estás bromeando?

-La zona está llena de policías, hay francotiradores en todas las calles

-Si salimos sin rehenes la policía no dudará en dispararnos. Sólo obedece, maldición.

Robert no contestó y el jefe se acercó a una niña a mi derecha, la tomó del brazo bruscamente y la levantó del suelo donde estaba sentada. Después se acercó a mí hijo.

-No por favor -rogué pero el jefe me ignoró

-A él no -dijo Robert firme

Yo lo miré.

-¿Por qué? -dijo su jefe en un tono que no supe descifrar 

-Dije que a él no

El jefe sonrió.

-Entonces es verdad lo que me contaron, que te estuviste divirtiendo con esta chica -dijo mirándome-. Maldita sea. Robert, las perras vienen y van, no te lo tomes personal.

Robert se acercó a él y le dio un puñetazo.

-Dije que a él no 

El jefe sacó su arma y apuntó a la cabeza de Robert.

-Nada más para que sepas, tu muerte será en vano, porque después de matarte a ti, la mataré a... -una ráfaga de balas atravesó el cristal de la ventana rompiéndolo y dándole justo en la cabeza a Carl que cayó muerto al instante.

Robert se agachó en cuanto las balas se escucharon y yo me escondí detrás de un escritorio llevando a mi hijo conmigo.

Ví que Robert avanzaba hacia mí.

-Tranquila preciosa, es la policía. Ya era hora de que fueran libres -dijo y yo negué

-¿Qué pasará contigo? -le pregunté, aunque en parte ya sabía la respuesta 

Él alzó las cejas.

-Soy un criminal y tendré que pagar por ello. Una parte de mí sabía que esto pasaría... -él hizo una pausa-. No llores -me dijo y hasta ese instante me dí cuenta que lágrimas habían escapado de mis ojos

Robert limpió una de mis lágrimas con su mano, después me tomó del mentón y depositó un beso en mis labios. Yo lo miré sorprendida.

-Querías un último beso, ¿no? Yo también lo quería -dijo con una sonrisa triste

Los ruidos en el exterior comenzaron a escucharse, gritos, algunos golpes y algunas balas.

-Tuve suerte de que estuvieras aquí -le dije

-No digas eso. Yo tuve suerte de haberte conocido -me dijo

En ese instante la puerta del aula se abrió de golpe y varios policías cubiertos de pies a cabeza con trajes antibalas entraron. Robert alzó las manos y le indicaron que las pusiera detrás de su cabeza. Después dos policías lo esposaron por la espalda y lo empujaron hacia la puerta.

Robert miró hacia atrás por última vez y nuestros ojos se encontraron.

Después de eso se lo llevaron.

Fin.

Y esta fue una extraña escena que se me ocurrió hoy a las cuatro de la mañana mientras leía un fanfic de The Maze Runner, nada que ver xd Si leíste hasta aquí, gracias. 

Mía (AU Robert Lewandowski)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora