Mi lugar

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Y como siempre regreso a ti, ¿me amas en verdad?, y como siempre termino en mi ¿nunca se va a quedar?

Caminar en un sendero lleno de flores, de mis girasoles, con el horizonte lleno de mar azul y cristalino, mientras que en el sur se escuha una melodia que transmiten pequeños destellos de alegría,  mi lugar seguro mientras me pierdo en el delirio del sufrimiento.

Día tras día suele haber tormenta encima mía, los rayos me erizan, la lluvia me tapiza y me deja enferma por varios días, algunas veces graniza y me dejan marcas, que agonía.

Abro los ojos y puedo ver a mi alrededor, es tan hermoso, tan valioso, sin embargo, elijo quedarme un rato más, creyendo que también se debe disfrutar como aquellos fragmentos de mi corazón que se caen.

¿Hasta cuándo debo de estar?
¿Hasta cuándo vas a regresar?

Amo tanto mi libertad que me ahogo el estar y no poder disfrutar.

Y aunque salga algunas veces ¿Porqué vuelvo a entrar?

¿Esto es amar en realidad?

No hay conclusión o al menos no quiero buscar, solo sentarme y abrazarme,  mientras anhelo la protección y cuidado de ese alguien.

Contemplando un poco las vistas, me siento más tranquila, con mi corazón latiendo sin armadura, con sus pedazos regados, esperando ser pegados.

Y yo pensando en ti, en mi, en los demás, en la estúpida soledad.

Nadie se puede quedar, tú al menos no lo harás.

Y yo ya no quiero quedarme más 

Quiero correr a mi lugar, el que merezco y amo. 

Mi lugar, el cuál tú no me das

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