Bright || Zoro Roronoa

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La famosa asesina del Reino Vrasterra corría por las estrechas calles del pueblo. Su capa negra bailaba contra el viento, y ella sostenía la capucha para que no dejara su cara a la vista. Las voces de los marinos se oían cada vez más cercanas, y parecían venir de todos lados. No podía creer que luego de 8 años llegaría su final. Aunque, antes de hablar de final, debería empezar por el comienzo.
Ashina Huruyasu tenía 10 años cuando comenzó a trabajar como asesina; ocho años después era de las más grandes asesinas a sueldo de la Gran Ruta Marítima. Con una recompensa de 130.000.000 de berries, usualmente se veía corriendo de los marines y cazarrecompensas que querían su cabeza. Justo como ahora.
Giró en una curva para encontrarse con una pared que le negaba seguir huyendo.
— Atrapenla — Sentenció una voz a su espalda. No era uno, sino cinco los marines que la acorralaban.
Debía salir de ahí urgente. No podía dejar que la capturen. Aún tenía asuntos pendientes con él.
Con la agilidad que la caracterizaba, Ashina subió a un techo en tres largos saltos. Si no encontraba salida por las calles, lo haría en las alturas. Techo a techo, se impulsaba, saltaba, trepaba. No iba a dejar que la atrapen.
Cinco calles de lejanía la habían separado de aquellos marines y por su facilidad, decidió bajar nuevamente.
No estaba tan lejos del muelle de aquella isla, y tomaría cualquier barco "prestado". Quizá dejaría algunos berries, quién sabe.
Ashina había ralentizado su andar cuando nuevamente escuchó el paso acelerado y las voces agitadas de los soldados de la marina.
— ¡Atrápenlos, no pueden estar lejos! — ¿Atrápenlos?¿A quién más buscaban?
Volteó para medir la distancia entre los soldados y ella, pero al girarse nuevamente chocó con una pared inamovible. Más bien, con un hombre que le sacaba al menos una cabeza y media. Cabello verde, tres katanas y una imponencia que casi la hacía retroceder.
— ¡Hazte a un lado, idiota! — le espetó con una mirada de odio. Ashina creía conocerlo pero, ¿De dónde?
Ashina no había reaccionado de que había dos personas más junto al hombre. Una muchacha pelinaranja que parecía muy asustada, y un chico que, quizá tendría su edad y que parecía disfrutar de más la situación. El sombrero de paja que descansaba en su cabeza le dio la pauta de quién era.
Luffy "Sombrero de Paja". Claro que lo conocía; en el ambiente de los asesinos y caza recompensas, todos buscaban su cabeza. Está claro que 100.000.000 de berries, era una humilde recompensa que muchos querrían obtener.
Cuando Ashina recordó en qué situación estaba, se vio rodeada por casi 50 soldados que apuntaban con sus armas a cada uno de ellos. Observó a quienes estaban a su lado y no parecían tener ni la mínima intención de huir.
El peliverde poco a poco fue desenvainando dos de sus katanas, ella hizo lo mismo con sus espadas, y supo que esa tarde la sangre correría en la isla.