𝑅𝐸𝑉𝐼𝑉𝐴𝐿 | 𝐶ℎ𝑎𝑟𝑙𝑒𝑠 𝐿𝑒𝑐𝑙𝑒𝑟𝑐

[𝟢𝟢] 𝖯𝗋𝗈́𝗅𝗈𝗀𝗈

𝑹𝑬𝑽𝑰𝑽𝑨𝑳
«𝐶ℎ𝑎𝑟𝑙𝑒𝑠 𝐿𝑒𝑐𝑙𝑒𝑟𝑐»

Alessandra Silva, una fuerza implacable en las pistas de la Fórmula Uno, conocía el aroma del asfalto y el susurro de los motores mejor que el latido de su propio corazón. Era una piloto que desafiaba los límites del miedo y la velocidad, pero entre los ecos de los aplausos y el rugir de los motores, había una verdad inquebrantable:

Alessandra no creía en el amor.

Para ella, el amor era un intruso en su vida, un invitado no deseado que nunca había sido bienvenido en el enclave fortificado de su corazón. Mientras la Fórmula Uno la acogía en su seno de emociones efímeras, Alessandra se aferraba a la lógica, la precisión y la competencia feroz. El amor era una quimera que desafiaba su entendimiento racional del mundo.

Incluso entre las curvas pronunciadas y los adelantamientos arriesgados, había un contrapeso emocional que se resistía a la idea del amor. Y en el epicentro de esta batalla interna estaba Charles Leclerc, su contraparte en la pista y el blanco de su profundo desdén.

La dinámica entre ambos era una coreografía de desprecio y rivalidad, cada gesto, cada palabra, y cada mirada sostenida transmitía una discordia que parecía superar el propósito compartido de la Fórmula Uno: la velocidad.

Para Alessandra, el amor y la devoción que algunos pilotos profesaban hacia el deporte eran meras ilusiones sentimentales. Sus sentimientos se habían convertido en un blindaje, una armadura que se negaba a ceder ante el torbellino de emociones que intentaba desbordar sus límites.

El odio que sentía por Leclerc no solo era un reflejo de su competitividad, sino también una manifestación de su resistencia obstinada al amor, una barrera inexpugnable ante cualquier asomo de sentimientos no deseados.

Y todos esos sentimientos se encontrarán en fuego cruzado.