Una nueva era. °capitulo 00°

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nada es como antes•

No podía creer lo que estaba viendo, mis ojos me estaban engañando de alguna manera

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No podía creer lo que estaba viendo, mis ojos me estaban engañando de alguna manera. Me encontraba en el mismo puto manicomio, en el mismo lugar, las mismas flores a mi alrededor, la misma vestimenta, delante de mi estaba la misma persona que acababa de matar hace unos minutos, como puede ser posible qué haya despertado aquí? Mejor aún,  CÓMO PODÍA SER POSIBLE QUE WILBUR ESTUVIERA VIVO.

Quizás, todo fue producto de mi imaginación. Pero wilbur parecía un poco más viejo, y yo me sentía más... Dios mío, mi cuerpo era casi esquelético, cómo si no hubiera comido en años, me mire las manos, pero estaba intacto, no tenía rastros de sangre, me agarré la cabeza, mi cabellos había crecido me tocaba el hombro, lo bueno de todo ésto es que mi gorro seguía hay, no se me había caído.

amigo? Estás bien? Tienes algo, te pasa algo?– levanté mi vista para verlo, era muy grande, más de lo que... Mi "imaginación" me había echó creer.

ammm si... me encuentro bien.– hice un intentó por pararme, pero wilbur me agarró de la mano y me jaló.

Para mí sorpresa, para mí putísima sorpresa era casi de el tamaño de él, cómo es qué?? Había crecido tanto, en "la otra vida" no era de un tamaño muy grande.

sabes... Amm... Hacé cuánto llevó en éste lugar? Cuánto tiempo? Días... Meses... Años?– dije algo nervioso.

llegaste hace poco, hoy mismo para ser exactos, tienes unos cuántos minutos, el ansiano té dejó aquí.

– ahh okey, perdón si la pregunta fue muy tonta.– solté una pequeña risita nerviosa.

tranquilo, estás algo drogado, te suelen inyectar unos líquidos para calmarte.– suspiró.– nos vamos?

No dije nada, sólo asentí, el me sonrió y luego caminó, su sonrisa ya no era macabra... Era cálida, todo me resultaba muy extraño, todo el lugar era exactamente igual, excepto por algo, la grieta enorme de la esquina ya no estaba... Ahora como me iría de ése lugar?

_Tienes que escapar... Escapar, escapar, escapar_

– ése es el quiosco, casi nadie lo usa, sólo yo... Ahh una cosa.– paró en secó, yo hice lo mismo.– sólo si te portas bien puedes salir al exterior, aveces se oyen gritos por las noches, no te preocupes provienen de los calabozo, hay está toda la gente que no se puede controlar ni con las pastillas y los líquidos.

Ésto jamás me lo dijo en el sueño supongo que no tendría porqué pasar, si sólo fue mi imaginación. No quise hablar, me sentía extraño, se llamaría siquiera wilbur?

oye, cómo te llamas?– dejó de hablar (ni siquiera lo estaba escuchando) y me miró con frialdad, su cara ya no era dulce, era... La de siempre. Su sonrisa volvió.

wilbur, wilbur soot, si necesitas algo, una hora libre o lo qué sea, sólo dime.– me guiñó un ojo. Mi piel se estremeció cuándo me agarró de la mano y me obligó a caminar con el.

Llegamos a un lugar dónde había un arco con un tronco de árbol (ésto nunca lo había visto, no me lo había enseñado... no en mis sueños)parecía estar echó naturalmente, había un pasillo enorme y ancho, el suelo estaba echó con cemento y rocas incrustadas en el, a los costados habían dos "paredes" de hojas (árboles al estiló laberintos) caminamos en silencio, hasta que llegamos al quiosco que había mencionado, era algo similar al de mis sueños, pero este era más hermoso, colgaban hojas desde el techo y los asientos no eran incómodos, eran muy suaves, cómo un sillón.

aquí venimos a leer, las enfermeras nos supervisan, ahora mismo no hay ninguna aquí afuera porque es horario de comida... ya te dije que solo salen los que se portan bien y toman sus medicamentos?– me miró sonriente y yo asentí con la cabeza, caminó por el camino de rocas que estaba rodeando el quiosco, más adelante se lograba notar el psiquiátrico... parecía muy viejo, más que en mis sueños.– el doctor dijo que en cuento terminará el recorrido, te llevará adentró.

No dije ni una sola palabra, aunque no lo pareciera, estaba un poco asustado, quizás no tuve una premonición, ni una visión, todo había sido parte de mi imaginación, al menos eso quería creer.

Llegamos a la entrada de el lugar. Me quedé mirando unos segundos.

¿Él doctor sería el mismo que había asesinado?

Sin Piedad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora