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El cuerpo le dolía. Era como tener miles de cuchillos clavados en el pecho que le impedían moverse.

No entendía que había pasado, ayer por la mañana estaba perfecto pero hoy no podia pararse de la cama.

Hizo un esfuerzo sobrehumano para tocar su "Mesita de noche".—Que realmente era una caja de zapatos viejos de Sunghoon.—Y tomó el libro que había encontrado en la basura, suponía que era de Chaeyoung. "Don Quijote de La Mancha." Honestamente no era algo que le gustara mucho pero estaba aburrido.

Estuvo leyendo un rato cuando sintió un calor abismal quemar los pelos de su nuca.

Aunque el calor era abismal, comenzó a disminuir después de soltar un suspiro. Sonaba humano pero no sentía ninguna una presencia en su pequeña habitación, no contaba como una habitación en realidad, era un armario en la planta baja.

La noche comenzaba a caer, Yong se preparaba para dormir haciendo caso omiso al calor que había en el diminuto cuarto, realmente era una mejora, durante esas épocas del año había mucho frío y ni siquiera las sábanas viejas y deshilachadas y prácticamente transparentes podían calentarlo.

Aunque eran apenas las siete de la noche YongBok estaba tratando de dormir, había descubierto de pequeño que si estaba dormido su papá se limitaría a golpearlo y no lo cortaba, ni insultaba, en comparación era mucho mejor estar dormido.

Durante esas horas su familia cenaba, sabía que mañana le traerán algo, deseaba mucho comer una comida completa, tenía meses que sus hermanos tiraban el 90% de sus comidas aunque estuvieran en perfecto estado, solo para molestarlo.

—작은 헌사...당신이 무슨 일을 하고 있는지 모르시나요?.—Una voz, gruesa y fuerte habló en un idioma que reconoció como el coreano, no era su idioma natal pero lo entendía "Pequeño tributo, ¿No sabes en que te estás metiendo?" No entiendes porque decía eso, pero estaba dispuesto a averiguarlo. Le recordaba a la de su padre, así que no se atemorizó.

Ni siquiera se inmutó por la presciencia desconocida de alguien en su habitación, si era un ladrón estaba bien con ello, no tenia nada que robar y si iba a usarlo de rehén, realmente no conseguiría nada, le harían un favor a su familia asesinándolo.

—Hola... Soy YongBok, ¿Quien eres?.—Bokkie pudo hablar al fin. Sabia que después de de su nombre debía decir su edad para presentarse. —Tengo....—Ahora recordaba su problema, no sabia cuántos años tenía.

Sabia que había nacido en Septiembre pero nunca había tenido un cumpleaños, no sabia que día ni en que año había nacido, sus padres nunca se lo dijeron y el no era quien para preguntar.

La criatura no respondió, pero susurraba cosas raras. "Ba... sha..." Eran las únicas "palabras" que había entendido, en su mente las junto para darle un nombre a la cosa. "Bangchan".

—¿Te llamas Bangchan?.—Pregunto, otra vez, sin respuesta. —Lo tomare como un si.

Aunque puedan creer que era una situación sumamente complicada, para Bokkie era normal, sus hermanos a veces se metían en su habitación para asustarlo, funcionaba unas veces de pequeño, pero en algún momento dejó de darle miedo.

Ahora, con esa criatura, no se sentía atemorizado, se sentía más seguro de lo normal, si había alguien ahí sus hermanos no entrarían, tal vez solo le dirían a su padre que era una "Zorra", el no sabía que significaba pero era algo feo.

A sabiendas de que había algo ahí, tomo de nuevo el libro y comenzó a leer, esta vez en voz alta.

Con cada capítulo que pasaba, sentía acercarse el calor, indicando que la cosa de acercaba hasta que en un punto termino con "Eso" en sus nuca, viendo el libro. No quería voltear por si era uno de sus hermanos, no quería aceptar el hecho de que se había ilusionado con tener compañía por fin.

En algún momento, YongBok cayó dormido con el libro abierto en su cama. Y tan pronto eso pasó, el ahora llamado Bangchan, chasqueó sus dedos y desapareció.

Una risa macabra se oía en el en el foso

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Una risa macabra se oía en el en el foso. Estaba taan entretenido... Amaba ver cómo suplicaban piedad e ilusionarlos con que lo haría, cuando claramente nunca lo haría.

¿Y quien podría culparlo? Su naturaleza se lo exigía.

—Señor... su nueva presa no soportará.—Uno de sus lacayos habló, lo había mandado a ver a su nueva adquisición, la había conseguido por un trato, había sido un trato fácil, más años de vida a un padre por un hijo, no puede negar que estaba algo sorprendido, no suele pasar que un padre entregue a su hijo por egoísmo. Aunque resulta, que la nueva presa no resistiría el calor de este lugar.

—¿Que hizo?.—Quería saber, no era común que un niño de su edad no pudiera resistir y si había hecho algo para no ir, tendría serias consecuencias.

—Nada señor, leyó desde la mañana con ciertas pausas para dormir, cuando llegue, estaba preparándose para dormir, se dio cuenta de mi presencia más fácil de lo usual y en tanto lo hizo comenzó a leer para mi, incluso me puso un nombre, como lo llaman. Bangchan, luego durmió. No hizo nada realmente notable.

—¿Que leía?.

—Don Quijote de La Mancha.

—Bangchan... Me gusta, quiero uno también.—No era sorpresa su envidia. —¿Que te parece... Hyunjin?

—Perfecto.

holi, al fin actualizo, espero disfruten este capítulo como yo!!

Sin||Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora