El lapso de YongBok era de dos años y medio, y ya habían pasado seis meses, debía crecer y, en ese tiempo tener la fuerza mental y física para por fin llevarse su alma y su cuerpo. Usualmente, no esperaría tanto tiempo pero el niño era sumamente adorable e inevitablemente, ambos se encariñaron algo. Banchan mucho más, pero en algún momento, el no viviente sentía que algo crecía dentro de él, un sentimiento de ¿Piedad? Tal vez, nunca en sus miles de años con "Vida" había experimentado eso, nunca había considerado darle un lapso a alguien para tomar su cuerpo, nunca había pensado en la opción de cancelar el trato.
YongBok no había vivido mucho, no había vivido nada en verdad.
—Antes de morir, quiero vivir...—Contaba Felix a Chan, había logrado encariñarse con el aunque nunca le había visto el rostro, ni le había hablado. —He oído de Paris, dicen que es muy lindo, papá ha hablado de ella unas cuantas veces y me muero por ir, todos irán en unos días, ¿Crees que me llevaran?.
Un susurro se escucho como respuesta, Bok habia aprendido a tomar esos susurros como un "Sí" o un "No" Y este, era claramente un no.
No iba a mentir, se había ilusionado algo con ir a Paris y no era que cada vez que viajaban se ilusionaba, pero en estos días lo trataban significativamente mejor, comía tres veces al día, no porciones completas, pero más de lo usual, ¡Sus hermanos incluso le regalaron cosas! Pensaba que por fin sería parte de la familia, sentía que por fin era digno de ser querido y eso le emocionaba mucho.
—Iré a dormir Channie, te veo mañana...—Dijo, realmente cansado e ilusionado con ser parte de la familia que le correspondía por nacimiento.
Un segundo tomo para que Chan regresara al infierno en el que vivía, un día más de su labor había sido completando.
Trabajar no era tan cansado, era muy agradable realmente, le encantaba estar con ese pequeño rayito de sol. Aunque no tenía sentimientos, tenía la preocupación de que su pequeño niño estuviera en perfectas condiciones.
No iba a mentir, el cambio tan drástico de la familia de Bokkie fue su obra. Bueno, no literalmente, unas "Semanas" antes, Hyunjin estaba viendo su bola de cristal, como siempre, realmente no tenía nada que hacer así que simplemente observaba a su victima favorita, hasta que observó como YongBok se levantaba de su cama.
Su padre estaba viendo una película abrazando a sus dos hijos, vio como Bok pasó por ahí, pero su sola presencia parecía molestar de sobremanera a su padre.
Tomo un cuchillo de pan que uso para cortar un gran trozo duro y áspero y lo lanzo a su dirección, fallando, obviamente.
A Hyunjin obviamente no le hubiera importado de ser cualquiera, pero el atacado era YongBok, su víctima favorita, su pequeño ángel que deseaba corromper en las llamas de su infierno personal.
No podía aparecerse ahí, no podía mandar al encargado de vigilar a Bokkie, tenía que cruzarse de brazos. No había manera de que haga algo.
Oh espera, para Satanas siempre hay manera.
Con un simple movimiento de dedos, Minyuk sintió miles de navajas en su cuello, haciéndolo retroceder, eso le dio suficiente tiempo a Bok para huir.
Cuando llegó a su cuarto, las lágrimas salieron incontrolablemente. Corrió a su armario, lugar donde Chan se escondía.
Corrió las puertas y sabiendo que el demonio estaba ahí se lanzó a sus brazos.
Eran fríos y ásperos, pero eran lo mejor que YongBok podía desear.
Volviendo a la actualidad, Hyunjin seguía su rutina de observar a YongBokie, no iba a negar que era lindo, quería tocarlo... sentirlo. Ah.. tal vez era simple deseo sexual, nunca lo había sentido así de fuerte dado que simplemente eran pequeños momentos de ceguera por su estatus como amo y señor de los 7 anillos de su hermoso infierno, uno de ellos, claramente, la lujuria. Realmente no le molestaría llevarse al lindo YongBokie al anillo de la lujuria... se vería extremadamente bien.
—Su majestad... Iré a ver a su presa...—Sacándolo de sus pensamientos, Chan aviso que iba a ir con Bok.
Una idea se cruzó en sus fríos y desamparados ojos. —No importa Chan, iré yo hoy.
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Sin||Hyunlix
FanfictionMi padre vendió mi alma a satan. Y a este punto, él es mi pecado favorito.