Había sido un mes difícil, tedioso, complicado y hasta cierto punto atosigante.
Después de aquella conversación que tuvieron esa tarde, Freen había comenzado a asistir a terapia con el doctor Kim.
Si les dijera que todo fue sencillo y aliviante durante ese mes estaría quedando mal con todos ustedes y conmigo misma, ya que creo que mi deber es ser precisa y honesta en cada página que plasmo.
El comienzo fue un desastre total. Freen se rehusó a salir e ir hacia aquella consulta el primer día, incluso estuvo a punto de golpear a su padre cuando éste quiso acercarse y sacarla. Tuvieron que llamar a Becky, y fue la presencia y las palabras de la chica lo que logró tranquilizarla para que saliera.
Durante el trayecto en el vehículo se aferró a Becky como si su vida dependiera de ello. Becky sólo le susurraba algunas cosas mientras la acariciaba. Cuando llegaron, también fue casi imposible que Freen bajara del vehículo.
Cuando estuvieron dentro del consultorio, el doctor Kim tuvo que sentarse a casi tres metros alejado de ella para que estuviera calmada. No sólo estuvo presente el doctor Kim, sino dos especialistas más que sabían como tratar perfectamente ese tipo de casos.
La primera semana fue de esa misma manera, Freen no hablaba absolutamente nada cuando estaba allá, sólo asentía o negaba con la cabeza sin siquiera alzar la mirada.
Fue cuando llegó la tercera semana que comenzaron a haber avances notorios. Freen dejó de sentirse intimidada con la presencia del doctor Kim y los otros especialistas. Digamos que había comprendido que ellos no la lastimarían de aquella forma.
No había manera de que pudiera desahogarse hablando, durante aquellas extensas consultas sólo susurraba "sí" o "no". Así que la manera en la que comenzó a dejar salir todo ese peso con el que cargaba era de aquella forma que siempre lo había hecho: escribiendo.
Duraba hasta una hora entera llenando páginas y páginas escribiendo todo lo que sentía, sus temores, esos recuerdos de los cuales quería despojarse y el deseo que tenía por lograr liberarse y sanar. Los temblores y el llanto se hacían presente a medida que llenaba aquellas páginas, pero fue precisamente eso lo que la ayudó a soltar.
Freen poco a poco, paso a paso se estaba soltando de su pasado, de su dolor y de su miedo.
Becky también estuvo en terapia durante ese mes. Para ella también se convirtió en un proceso muy complicado, sobretodo las primeras dos semanas. Cuando tenía que hablar de aquel tema, volvían los ataques de pánico haciéndola casi imposible proseguir.
No era nada fácil, creo que cualquiera de nosotros en una posición similar estaríamos igual o peor. ¿Cómo lidiar con algo así? ¿Cómo superar de un día hacia otro el dolor, el miedo y el pasado? No es imposible hacerlo, pero siempre será difícil.
Algunas veces, Becky se quedaba a dormir con Freen luego de aquellas intensas consultas con el doctor Kim. Sus padres no se oponían a esto, al contrario, estaban de acuerdo... Sabían que ambas chicas se necesitaban mutuamente para poder salir de esto.
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𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭𝐧𝐞𝐬𝐬 || 𝐅𝐫𝐞𝐞𝐧𝐛𝐞𝐜𝐤𝐲
Diversos❝Donde Becky tiene un trastorno de déficit de atención e hiperactividad, y Freen es autista.❞ Entre tantas diferencias, algo encontrarían que las uniría. --- Esta historia no es mia, es solo una adaptación. Todos los creditos para su escritora: @dre...