un bello ocaso...

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En el elevador zhan miraba a su hermana que deliberadamente evitaba la mirada.

-- ¿te encuentras bien? -- preguntó

-- si, ¿por qué no debería estarlo? --

-- yo también te encuentro rara-- Joseph añadió

-- la puesta de sol se veía espectacular ... ¿se dieron cuenta?...o ¿estaban muy ocupados para notarlo?...-- zhan tosió fuerte, ¿Liqin se daría cuenta que se beso con el castaño guapo?.

-- me iré a dormir chicos-- salió del elevador cuando éste abrió sus puertas, dejando a su hermano y amigo mirándose uno a otro.

Salieron del ascensor y caminaron hacia su habitación.

-- ¿ me contarás que hiciste cuando te desapareciste con ese chico?---

Zhan suspiro, metió sus manos a los bolsillos de su pantalón y su mirada se perdió en algún punto del espacio.

-- solo puedo decir que fue genial...maravilloso...el, me gusta mucho Joseph -- su mirada se ensombrecio, pensó en su padre, ¿cómo le diría que le gusta un chico?...

-- ¿cómo crees que nuestros hijos se la pasaron hoy?-- la señora Xiao estaba sentada frente al espejo en el tocador, se untaba cremas faciales en el rostro, el señor Kong, terminaba de ponerse su piyama, después de salir de la ducha.

-- pues se veían felices cuando se fueron, será un lindo recuerdo de estas vacaciones, espero que zhan regrese a casa más relajado, nos quedan un par de días más aquí, debemos disfrutarlos--- dijo su esposo.

-- mañana saldremos a pasear en familia, trata de acercarte más a él, es tu unico hijo, habla con él, si va a heredar la presidencia...deben tener una mejor relación, debes ayudarlo a prepararse-- su esposa lo miro preocupada, queria que sus hijos vivieran su vida, que se enamorarán de quién quisieran, pero también tenían que convertirse en adultos responsables, y debían asumir sus responsabilidades en la empresa familiar.

-- no se cómo acercarme a el -- levantó las sábanas de la cama, metiéndose bajó de ellas, se sentó recargandose en la cabecera de la cama, jalo el otro lado de las cobijas esperando a su esposa, quién se levantó del cómodo banco para ir a los brazos de su esposo que la esperaban, se subió  y se acurrucó junto a su marido  abrazándose a el.

-- dale su espacio, plática con él, no pelees, es tan joven aún, cree que lo único que quieres es obligarlo a hacer lo que tú dices--

-- es mi hijo y lo amo, solo quiero que comprenda cuál es el futuro que le espera, nada mas-- dijo Kong

-- debemos apoyarlo si no quiere ser el director de la empresa, tal vez a Liqin si le interese, y si no, debemos aceptarlo amor...-- la mujer repartió besos por todo el rostro de su marido, que, encantado por los cariñitos de su esposa sonrió feliz por tener esos momentos con ella -- te amo Kong y estoy segura que sabrás resolverlo, lo miro con amor, su marido y sus hijos eran toda su vida, y solo deseaba la mejor para todos.

-- te amo también, siempre supe que me case con la mejor de las mujeres-- la abrazo con infinito amor, recargando a su esposa en su pecho, debía buscar la forma de acercarse a su hijo, trataría de ganarse su confianza.




Mientras en la habitación de cierto castaño, éste se encontraba recostado sobre las cobijas, rememoraba los momentos vividos con el hermoso pelinegro de sonrisa preciosa, ¡lo beso!, Y esos labios sabían tan delicioso, se tocó con los dedos sus mismos labios, recordó lo suaves que eran los de zhan, su sabor, su pequeña cintura, su cuerpo pegado al suyo, ahhh, bajo su mano por su pecho hasta su bajo vientre, sintiendo como su " mini yibo" iba despertando, solo pensar en el aroma del perfume del pelinegro ahhh, olía tan bien, sintió su erección por encima de la ropa, la acarició, cerrando los ojos, viendo al chico y su dulce mirada, y esos labios, mmmm, su lunar tan sexy, ahhh, ya había metido su mano para masturbarse, hubiera deseado que esa mano fuera de él, que estuviera ahí para seguir besándolo, para abrazarlo y sentir su piel desnuda contra la suya, ahhhh, su mano subía y bajaba con rapidez, si estuviera ahí, le besaría todo su cuerpo, sus piernas las subiría a sus hombros, lo prepararía, para meter su polla dentro de él, ahhhhhh, sentía cerca su venida, subió y bajo con su mano fuertemente apretando sus labios, quería empujar dentro del pelinegro hermoso, hacerlo suyo, oírlo gritar, ahhhhhh, el líquido blanquecino espeso brotó con fuerza sobre su camiseta, manchando su cama tambien, abrió los ojos dándose cuenta el desastre que el recuerdo de ese chico había provocado, necesitaba verlo otra vez, besarlo de nuevo, estaba seguro que no podría dejarlo ir de nuevo sin hacerlo suyo, se levantó y camino al baño para lavar su mano y limpiar su ropa, se dio una ducha de agua fría para enfriar su cuerpo y poder dormir, de otra manera, no pegaría los ojos en toda la noche.

En otra habitación en la misma casa, igual sin poder dormir se encontraba un pelirrojo, suspirando por una chica que se había metido profundamente en su corazón juvenil, había subido también a ver la puesta de sol, y sin proponérselo la había besado, la chica correspondió por un momento, pero en seguida se separó de él, ella tenía los ojos muy abiertos y había sorpresa en ellos, y bajo la mirada -- yo... Yo tengo novio...-- dijo casi en un susurro, algo que sung no esperaba, quedándose de una pieza, sin poder hacer ni decir nada -- lo...lo siento-- quiso caminar hacia las escaleras, pero fue detenida por el chico a su lado.

-- no, no te vayas -- la miró con un poco de dolor en sus ojos -- es mi culpa, yo te bese sin pedir permiso-- sonrió de lado, la chica negó con un movimiento de cabeza.

-- no podías saberlo, yo no lo dije -- lo miro también, se quedaron unos segundos así, el chico la abrazo tan fuerte, como si se fuera su vida con ella.

-- perdoname -- la chica asintió, dirigiéndose a la escalera de nuevo, delante de ellos iba su hermano con el chico castaño, ellos no se percataron que atrás de ellos bajarían sung y Liqin.

La chica se alejó junto con su hermano, y no volvió a cruzar palabras con él, y solo se recargo en el hombro de ese odioso  mocoso,  amigo del chico que le gustaba a yibo, debió dejar que éste lo golpeara cuando quiso hacerlo, dió un largo suspiro, tratando de dormir, en el tercer dormitorio estaba despatarrado en su cama wenhan, que apenas tocó su cama se quedó perdido, sin siquiera haberse cambiado de ropa.







💚💛❤️


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mi amor de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora