[PROLOGO I]

1.7K 58 21
                                    

'Rhongomyniad: La lanza que brilla hasta el fin del mundo', esencialmente eso es lo que significa pertenecer a nuestra coalición a su vez también refleja nuestro único objetivo, ser el pilar de la esperanza humana incluso durante el fin del mundo. Desde la cimentación de Rhongomyniad nos mantuvimos como la fuerza protectora e implacable de la especie designada como Homo-Sapiens o simplemente Humanidad, para lograr nuestro objetivo tuvimos que enfrentarnos a una amplia diversidad de contrincantes; desde dioses que deseaban extinguirnos como un acto de justicia divina, hasta horrores cósmicos que supuestamente nunca lograríamos alcanzar, enfrentamos ejércitos inagotables de parásitos que deseaban controlar nuestra mente. Conseguimos esos logros con esfuerzo solo para continuar acumulando más, a pesar de que nuestra querida bastión de la humanidad solo ha existido por poco más de medio siglo logramos obtener victorias a nivel no solo Multiversal o Megaversal sino que a nivel Omniversal.

Conforme iba transcurriendo el tiempo nuestros guerreros encontraron motivaciones adicionales en algunos de sus compañeros, podría ser la camarería de una o varias amistades e incluso podría ir más allá del compañerismo. Fue entonces que el amor floreció en nuestras instalaciones para ser consumado al generar nuevas vidas, sonará patético o extraño para muchos, sin embargo, eso hacía que recordemos que seguimos siendo humanos, a pesar de haber prevalecido sobre los peores horrores creados por la misma existencia, aún podemos sangrar o llorar, aún podemos amar o sonreír. Nuestros líderes, conocidos como el "Alto Mando" realmente intentaron evitar que esa situación se desarrolle, pero lo comprendían pues también son humanos que se enamoraron e incluso tenían a sus descendientes jugando por las instalaciones, fue así que una coalición que planeaba fungir únicamente como una espada y un escudo terminó convirtiéndose en un lugar más acogedor, iniciamos con fortalezas de decenas de miles de kilómetros que protegerían nuestro hogar solo para convertirlas también en una parte de él. Ciudades se levantaron para recargar energías, pero sobre todo para que recordemos el motivo por el cual comenzó este movimiento, el motivo por el cual decidieron no solo arriesgar sus vidas o sus almas sino su propia existencia... 'Proteger aquella que más amamos'.

Lamentablemente nos hemos visto envueltos en una preocupante crisis, lentamente nuestra influencia ha disminuido considerablemente, al igual que nuestros recursos tanto materiales como personales, sin embargo, esto no es el problema sino que un evento de proporciones equiparables a una crisis total. Esta situación provocó que nuestros líderes convocaron múltiples juntas de consejo con el máximo número de cargos tanto políticos como militares, científicos, sociales, entre otros. Incluso siendo apenas el alcalde de una pequeña ciudad acudí a la convocatoria, pero nunca imaginé que mis palabras provocaran lo que está ocurriéndome en este momento.

Entre todas las propuestas otorgadas tanto por gobernantes como generales e incluso héroes de gran importancia, una propuesta presentada por cierto gobernante de baja influencia (Yo) fue la que se hizo escuchar.

–Buenos días, señor Maximiliano–Hablo uno de los miembros del Alto Mando.

–Buenos días–Correspondí el saludo, vi como el hombre asintió a través de la pantalla de mi computadora.

–No deseamos desperdiciar tanto tiempo tanto a usted como nosotros así que seremos directos–Explicó de una manera respetuosa–¿Sabe el motivo por el cual fue llamado?–Preguntó para cerciorarse.

Decidí asentir pues no hacía falta secretismo o un alargamiento innecesario de tiempo.

–Mi propuesta–Contesté para observar como el hombre me asentía.

–Su propuesta nos interesa, pero deseamos que nos expliqué con sus propias palabras el programa "Observando a la Humanidad"–Explico la situación para entregarme la palabra.

Observando a la HumanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora