I will be a good Father! ||wilbur and tallulah|| QSMP

aprendiendo a quererte.

Mi mente nublada en la nada misma, mientras tenia una caminata incomoda con la pequeña, porque no tenemos mucho de que hablar...
¿Qué podría hablar yo con una niña de 5 años? Bueno, creo que tiene esa edad...

Por el rabillo del ojo divise a la niña a mi lado, era tan pequeña, 3 pasos mio son como 25 suyos, hehe
No pude evitar formar una sonrisa suave, la cual se desiso al ver que la niña alzo la vista para mirarme con esos ojos, desvié la mirada de golpe.

. . .

¿Debo decir algo? Aún queda caminata para llegar a casa, parece cansada, ¿deberia cargarla? No voy a hacer eso.

—mh!..

—¿huh? Amm ¿estas bien?

Dirigí mi vista a Tallulah

—. . . Mhh

Vi como llevaba su mano hacia la miá,
Tratando de tomarla, otro escalofrío recorrió mi cuerpo, pero la deje, su manita acaricio la miá en un intento de tomarla, pero no alcanzó, vi su mirada de pena, pero tampoco dijo nada.

—mmh.. querías tomar.. mi mano?

Hable, la niña me miro y asintió suave.

Di un suspiro casi agotado, arrime mi mano hacia la niña deteniendo mi caminar, la mire unos instantes, note aquel brillo de inocencia en su mirada, me dio.. lastima.
Rápidamente corrió y tomo mi mano con la suya, tan tibia y suave. Sonrío, contagiado sonreí también.

No quedaba relativamente nada como para llegar a casa, y era lo único que quería, observar como la niña caminaba a mi lado en un silencio ahogante era abrumador, simplemente eso se espumo en cuanto sentí gotas caer directo a mi cabeza, alce la vista casi instantáneamente mire hacia arriba, las nubes se habían acumulado con una escala de grises que solo significaba una cosa; lluvia. Las gotas eran casi nulas, simplemente puntos de agua que se de sacian en el aire, pronto eso se haría intermitente.

—Parece que lloverá...

Hable finalmente, atrapando la atención de la niña quien me miro sorprendida hasta antes de percatarse de las nubes oscuras y las gotas que empezaron a cubrir su cabello rizado, sólita cubrió su cabeza para que las gotas no la ensuciaran, pero aun sin desapegarse de mi mano que ahora tomaba con mucha más fuerza. Decidido teníamos que llegar antes de que la lluvia se largara del todo, no quiero cuidar a una niña enferma, menos en el primer día.

—Hay que llegar a casa rápido, ¡ven!

Ahora con más confianza empece a caminar casi que corriendo, la niña me siguió el juego al toque, corriendo a mi lado como podía, de lejos se veía mi casa, un pequeño lugar "hogareño" con apariencia de torre, mi padre me ayudo a construirlo, no era el mejor hogar, pero para mi era todo lo que necesitaba en esta isla, poco estaba pensando en donde dejar a la pequeña, pero eso no era importancia, los truenos empezaron a sonar quizás muy fuerte, de manera instantánea después del sonido la lluvia empezó, cayendo con demasiada frecuencia, ya el sol no era visible. Tomando las llaves de la casa trate de abrir la puerta mientras la niña se cubría de la lluvia muy cerca mio. Logre abrir la puerta y la deje pasar primero, no dudo en hacerlo  yo también, bloquee la puerta, ahora si la lluvia era intermitente, parecía no detenerse, que buena manera de empezar una crianza, ¿no? convenientemente hablando.

—¿Estas bien? ¿te mojaste mucho?

Le pregunte instintivamente a la menor quien estaba muy ubicada en observar mi casa, sorprendida por el entorno, aunque no era demasiado, una casa chiquita.

—Hey, te estoy hablando..

La menor no me hacia caso, ignorando por completo mis  palabras se encamino por su propia cuenta por el interior de la casa, daba pasos cortos y miraba su entorno. No entendía porque lo hacia, ni que fuera un palacio, apenas había espacio para mi en este lugar, ¿acaso le veía algo mágico a esta choza? la seguí con pasos lentos sin sacarle los ojos de encima, ella camino por la primera planta observando todo con una mirada de asombro, llegaba a admirar las flores, ventanas y cada detalle del hogar, realmente no entiendo que es lo que le ve a este.. cuchitril.

—Ohh.. . ¿te gusta el hogar..?..

Me voltio a mirar como reconociendo lo que pregunté , sus ojos reflejaban aquella inocencia de cristal que cualquier movimiento en falso podría quebrar. Asintió con timidez aun mirando el entorno.

—Que.. bueno. Pues.. este lugar sera ahora el tuyo también..

Hable como si poco me importara, lo cual lo hacia, pero la niña se lo tomo muy personal empezando a dar saltitos de alegría y formar una sonrisa mirándome, el contacto visual entre un alma pura y sea lo que sea yo me causo remordimiento, como si la mente se nublara del todo despegue la vista de la niña y camine por la casa dejando de lado a la menor simplemente para ir y hacerme un té, era un recurso que siempre me sacaba la rezaca y el mal estar. Los pasos de unos piesitos me hizo recordar que no estaba solo, ya no, y probablemente nunca más lo estaria, ahora tenia que hacerme cargo de ella, ni si quiera recuerdo el como.

—Voy a hacerme un té, ¿tu que quieres.. Tallu?..

Fijo su vista en mi, esos ojos puros me causaban revuelto en el estomago, mis ojos cansados no toleraban chocar contra el brillo, contacto que fue roto por un trueno de fondo que asusto a la pequeña, mientras ella se tranquilizaba del susto yo terminaba de sacar una taza de un gabinete.

Las horas pasaron y la lluvia era cada vez más y más, estaba sentado en el sofá junto a mi ¿hija? bebiendo de mi té, le serví a la menor una leche con chocolate porque fue lo que me pidió, no negare que hace muchos años que no tengo a cargo un niño y menos uno tan pequeño,  desde el primer momento que tuve que tenerla a mi cargo los pensamientos borrosos y oscuridad nublo mi mente, quizás llanto, pero una vez con mi té en la mano todo eso se fue, dejándome disfrutar de mi bebida y escuchar el sonido de la lluvia junto a hora a la menor.. ¿qué haré con ella? tendré que buscar a alguien que si sepa lo que para mi es un castigo, el cuidar de un menor.

-30/10/23

-1074 palabras.