Reencuentro

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Algo seriamente debía estar mal con él.

Lo supo en el momento en que decidió tener una conversación con su madre y posteriormente fue lo suficientemente impulsivo como para comprar el primer boleto que encontró en dirección a México. El dinero claramente no había sido un problema, pues las batallas que hacía a diario le bastaron para costear aquel vuelo sin complicaciones mayores, sobretodo al aún guardar gran parte de las donaciones que había recibido en su batalla oficial.

Sin embargo, cada vez que se decía a sí mismo que estaba preparado para viajar al otro lado del mundo, se mentía descaradamente. Había muchos temores dentro de él, y a pesar de que estaba desesperado por ver a Maxito una vez más, aún tenía un lado terco en su interior, que quería comportarse lo más desinteresado posible al respecto, pues aún cuando se había decidido que dejaría a un lado el orgullo, este parecía estar prácticamente arraigado a sus venas. Se preguntaba constantemente, ¿Habría manera de ir a México sin hacer tan evidente su necesidad de ver a su hipopótamo? Si era muy obvio, ¿qué pensarían sus fans?... Sabía que había una gran parte que lo apoyarían, y que estarían felices por un posible reencuentro, pero por otro lado sabía perfectamente que también habría una gran ola de personas cuestionándolo a tal punto que de solo imaginarlo le generaba estrés.

Se dedicó esos días a pensar en la excusa que daría al público, y no tardó en encontrarla cuando miraba sus redes sociales y se topó con una historia de Coco que enfocaba dos platos de comida y una etiqueta que conocía muy bien... La de Maxito.

¡Claro! ¿Cómo no había pensado en eso desde un principio? Coco se encontraba en México hace ya unos meses, así que el podría recibirlo, ¿no? Y si usaba un reencuentro entre ellos y el conocer a sus fans como motivos principales para su viaje, seguramente nadie tendría razones válidas para oponerse. Por lo que, con esa idea en mente, no tardó en escribirle un mensaje por privado, ignorando ese lado dentro de él que no quería apoyarse tanto en el muchacho y simplemente decidiendo seguir esa opción que en esos momentos parecía la más viable.

“Es esto sólo por los fans?”

“Dudo que vengas a México para verme a mi 😆

La respuesta que eventualmente recibió le hizo morder un poco su labio inferior con molestia. Ya conocía la actitud del chico, y sabía que este, sospechando sus verdaderas intenciones, no tardaría en encontrar la forma de molestarlo.

“Sólo dime si o no”

Se limitó a enviar ese mensaje, sin sentirse realmente de humor, mientras que inconscientemente miraba a su alrededor de vez en cuando. Claramente había sido una mala idea iniciar esa conversación cuando se encontraba en medio de una práctica, pues no dejaba de mirar a todos lados, como con una especie de temor ilógico de que con solo mirarlo alguien fuese a notar que había comprado un boleto de avión al otro lado del mundo solo para ver a un chico y que, aún peor, fue impulsado por un momento de calentura. Paseaba constantemente una de sus manos por su cabello en un gesto ansioso, teniendo una impaciencia que se acrecentaba a cada minuto que Coco no le respondía y que parecía mezclarse con molestia al saber que seguramente en ese mismo momento debía encontrarse con Max.

“Está bien”

“Te ayudaré”

“Y no le diré a nadie que vienes por él 😝”

“—Coco ha enviado una foto—”

“—Coco ha enviado una foto—”

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