Gabriella O'hara tiene solo 11 años recién cumplidos, pero ya había pasado por una de las perdidas más grandes de su corta vida, a la edad de ocho años perdió a su madre, Danna D'Angelo, debido a una enfermedad que azotó su cuerpo de un día a otro, aún cuando intentaron durante bastante tiempo que hubiera mejoría con medicinas, finalmente termino perdiendo la lucha contra el cáncer teniendo a su pequeña con tan corta edad, así entonces, Gabby se volvió huérfana de madre bastante pronto, además de eso tuvo que ver a su padre deprimido por la pérdida de quien siempre fue, a palabras de su mismo padre, el amor de su vida, así que aunque si estuvo mucho tiempo triste por ya no tener a su madre con ella, también se decidió a ser la mayor fuente de alegría de su papá, después de todo, ahora sin su madre, eran solo Miguel y ella contra el mundo.
Pudieron llevarlo a la perfección, su padre trabajaba y su abuela Conchata la cuidaba después de clases hasta que el turno de su padre se terminara, ella incluso la llevaba a sus entrenamientos del equipo de fútbol, era una increíble delantera, además tenía muchas amigas ahí, en la escuela sacaba excelentes calificaciones, tanto que estaba en algunos cursos avanzados de matemática y lengua, los fines de semana los dedicaba solo a pasar el tiempo con su padre, lo adoraba porque ya incluso tenían sus lugares favoritos para visitar, aún con la ausencia de su madre, Gabby era bastante feliz, hasta que llegó un reto más a su vida.
A su padre, Miguel O'hara, le habían ofrecido un puesto bastante bueno en la corporación Alchemax, era un puesto importante con un buen sueldo, nunca habían tenido muchas preocupaciones de dinero pero Gabby sabía que con esa paga las problemáticas se podían reducir a cero, además Miguel siempre estaba buscando darle lo mejor a su hija, por lo que no dudo en aceptar la oportunidad, y por un momento la pequeña también estaba feliz por la noticia, hasta que supo que por ese trabajo tendrían que mudarse a Brooklyn, la ciudad donde nació pero que abandono teniendo apenas unos meses de vida, por lo que la idea de abandonar su hogar no le gustaba mucho pero tampoco quería causarle problemas a su progenitor así que hizo maletas a la par del mayor y los dos dejaron su vida anterior.
Así que ahí estaban, en un departamento cómodo para dos personas pero no tan colorido como la casa en la que había vivido todo este tiempo, lejos de los recuerdos con su madre, de su abuelita conchata, a muchos kilómetros de sus amigas, y con el temor de iniciar en una nueva escuela, ser la extraña en un lugar lleno de conocidos siempre le había preocupado porque nunca tuvo que pasar por eso, todas sus amigas habían sido sus amigas desde el jardín de infancias hasta ahora, entonces en este momento debía ser la recién llegada.
Su papá intentó hacerla sentir mejor pasando el fin de semana antes del inicio de clases haciendo todo lo que a ella le gustaba hacer, vieron películas, incluso Miguel acepto aprenderse una coreografía de ese grupo de chicos que tanto le gustaba a su hija, haría lo que fuera por su princesa, eso era un hecho, así que se dedico a consentirla ese par de días, el último de ellos aprovecharon para alistar todos sus útiles escolares en la mochila nueva que habían comprado, por lo que finalmente llegó el día.
Gabby podía sentir todas las miradas pasándose en ella como si fuera un bicho raro, estaba entrando en la etapa difícil, si bien apenas eran los primeros años, la niña O'hara ya se preocupaba por como la miraban los demás, el camino hacia el salon donde tendria su primera clase se sintio eterno bano la mirada de todos, o asi lo sentia ella, sin embargo, trato de relajarse y pensar en lo que le habia dicho su papá antes de acompañarla al autobús escolar.
- solo se tu misma, a ellos les vas a encantar... y todos querrán ser tus amigos... - murmuro para si misma.
- ¿con quien hablas?
La niña latina soltó un gritito al escuchar la interrupción de una pelirroja que se sentó a su lado, cabello largo de rizos peinado en dos coletas, vestía un short de mezclilla y una camiseta verde.
- ah... con nadie, solo... uh, recordaba mis pendientes.
- ¿tienes mucho que hacer? - preguntó - por cierto, soy Mayday Parker ¿tu eres nueva? Nunca te había visto aquí, así que seguro lo eres.
- me llamo Gabriella, mi papá y yo nos acabamos a mudar.
- ¿vives solo con tu papá? - preguntó sonriente - ¡yo también! Mi mamá y mi papá se divorciaron hace un tiempo, pero ahora son como amigos. ¿Tus papás también?
- oh no... mi mamá murió hace unos años
La niña de apellido Parker no pudo evitar apenarse y sentir que había arruinado el ambiente con su pregunta tan inconsciente, su papá siempre le recordaba que aunque ella era afortunada porque sus padres tenían una buena relación, había niños que no tenían eso, o que incluso pasaban situaciones más difíciles y por ello debía ser más consciente al hablar.
— lo siento.
— está bien, ahora ya no me pone tan triste.
— en serio lo siento, a veces no pienso bien lo que digo.
— de verdad no pasa nada, tu no lo sabías. — respondió Gabriella con una sonrisa.
— ¿podemos ser amigas? — preguntó Mayday.
— claro que si.
Así pasaron el resto de sus clases juntas, May le contaba sobre cómo eran los profesores, los compañeros, y le ayudó a integrarse con mayor facilidad. Al finalizar las clases descubrió que su nueva amiga era parte del equipo de fútbol femenil de la escuela, por lo que Gabriella no dudo en pedirle que la ayudara a inscribirse también, también pudo pasar el primer entrenamiento del año escolar, tal vez no tendría el mismo puesto que en su antigua ciudad, pero amaba la idea de poder continuar con ese deporte también en Brooklyn.
Cuando ambas estaban esperando a sus padres frente a la entrada de la escuela decidieron hablar más respecto a su familia, Mayday supo que Gabriella solo vivía con su padre y que antes de mudarse a veces era cuidada por su abuela, como era el equipo de fútbol, su antigua escuela, sus amigas, el niño que le gustó porque le regalo el flan de su almuerzo, oh y sobre cómo era su papá Miguel. Luego May le contó sobre Mary Jane, hablándole de que su mamá era una actriz con una compañía de teatro pero que veía muy poco, sobre cómo empezó en el fútbol, los amigos que había hecho hasta ahora, lo que le gustaba hacer y lo que no, sobre Miles, que era casi como su hermano, la novia de Morales, Gwen, y sus dos mejores amigos, Pav y Hobie, finalizó contándole sobre cómo es su padre, por lo que ambas concluyeron que sus papás tenían mucho en común.
— ¿sabes Gabby? — habló May — creo que tu papá debería salir con el mío.
Hola jaja, nuevo fanfic.
Me inspire en un fanart que vi el otro día y dije "tengo que escribir sobre esto", pero bueno.Aquí está.
Y pues nada, espero que les guste jajaj.
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Tu papá debería salir con el mío (Parkhara)
FanfictionGabriella acaba de entrar a quinto grado, acaba de mudarse de vuelta a Nueva York y Brooklyn es demasiado nuevo para ella. Tiene suerte de hacerse amiga de Mayday Parker, una niña de padres divorciados. "¿Sabes Gabby? creo que tu papá debería salir...