Arroz

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Son 3 días, a veces 5, solo esos, para que una persona desfallezca si no ha comido o bebido algo previamente.

...Al menos había bebido.

Sinceramente, pensó, por un momento, por más corto o largo que éste haya sido (maldita sea su pérdida de la percepción del tiempo), que realmente moriría de inanición.

Pero eso habría sido demasiado amable de ella, y lo sabía.

Cuando la puerta inevitablemente crujió, ni siquiera tuvo la energía de levantar la mirada. Podía rogar, al menos en el plano de su mente, que terminara con la tortura, lo que sea que ello conllevara.

Sintió desmayarse numerosas veces antes de que su captora estuviese en frente suyo.

No pareció agradarle este hecho. Era evidente, amaba recibir atención, y en su extraña manera de percibir las cosas, le estaba insultando gratamente al "ignorarle".

Repentinamente... Frío.

Muy frío.

Su cuerpo empezó a temblar por reacción instantánea al agua helada, la textura de los hielos raspando su excoriada piel.

- Mírame.

Obedeció rápidamente, memoria muscular, tal vez. Ojos avellana, apáticos, reposaban directamente en los suyos. Dios... realmente debía verse tan patética en este mismo momento.

Su fría mirada, entonces, cambió a una de falsa pena.

- ¿Tienes frío?

No esperó una respuesta, no es como si le importase, y subió nuevamente.

Cuando estaba frente suyo, otra vez, tenía una bolsa en una mano, y, en la otra... algo que demoró en analizar a primera vista.

Su sentido del gusto fue más rápido, sin embargo.

O tal vez fue el del tacto.

Sintió arder su garganta mientras se atragantaba en la ardiente agua, el metálico hervidor forzado en su boca, en su lengua, en sus adentros. Cuando no tragaba bien el líquido, caía en su cuerpo, asentándose en algunas de sus heridas.

Ella paró, entonces, y agarró su bolsa, tenía arroz, con un hueco hecho justamente para vertir el producto.

No podía morderlo, no le daba la oportunidad de ello, y luchó contra su deseo de escupir el crudo cereal.

Solo cuando la bolsa estaba vacía, se mostró satisfecha. No por mucho, sin embargo, porque volvió a forzarle a beber.

Podía sentir su cuerpo hiriéndose internamente, el agua llenando dolorosamente su estómago, y así, cocinando el arroz.


Nota de autora: Gracias por la idea bro xd

Ojos vacíos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora