3

403 38 24
                                    

Narra Narrador:

Mientras llorabas poco a poco te quedabas dormida. Al día siguiente te despertaste pero sentías calientito tu cuerpo, miraste que era lo que te mantenía calientita y era una manta encima tuyo. Recuerdas muy bien que cuando te quedaste dormida no te habías cubierto con nada.

Era muy extraño para ti, pero recordaste que estabas con ese demonio y de seguro habrá sido el.

Te levantaste y viste por la ventana y por los pocos rayos de luz que tapaba por las tablas se podían visualizar un poco. Querías salir y sentir la calidez de la mañana de una bonita mañana, pero no podías, estabas con ese demonio y no podías hacer nada.

Hablando de el, dónde estará?

No tenías ni la mayor idea. No te importaba así que era poco importante por ahora.

Pensaste en recorrer el lugar y así fue, al parecer aquel demonio con cuernos no estaba en aquella casa, y eso era un alivio para ti. Miraste la sala y toda sucia y enterrada por tu punto de vista no era tan pequeña ni tan grande en donde estabas.

Así que no pensaste ni un segundo te pusiste a limpiar. Cuando se trata de limpieza enseguida te ponías a limpiar, olvidándote de los demás y solo concentrarte en ti misma y dejar el lugar limpio. Agarraste una escoba que estaba en un cuarto qué era de limpieza y un trapo en la mano y algo para cubrir tu rostro para que no te entrara polvo.

Los segundos pasaban en minutos, y los minutos a horas y aun seguías limpiando solo te faltaba la cocina y un cuarto más y terminabas. Con el cansancio que tenías, sabías que no ibas a poder más, pero te prometiste a ti misma en terminar todo.

Cuando terminaste miraste a tu alrededor y todo se veía limpio, no te diste cuenta que ya el atardecer había llegado y el cielo muy hermoso se tornaba, viste por la ventana desde lo poco se veía en ella la atardecer.

Imaginándote estar allí, afuera, con el hermoso atardecer.

Fuiste a la cocina a ver si podías prepararte algo pero no, nada, no había ni al menos fideos instantáneos. No sabías que hacer y solo te pusiste a quedar a esperar a que viniera ese demonio, con solo esperar todo se hacía aburrido, por lo que te pusiste a dormir un poco.

...

Un olor tan esquisito y rico llegó a tus fosas nasales, qué era ese olor? Eso te hizo despertar de golpe y ver quién estaba preparando comida, te paraste y fuiste a ver de donde provenía ese delicioso olor.

No querías hacer ruido así que, solo fuiste de puntillas a ver en la cocina. Miraste desde la entrada de la cocina asomando te un poco para no ser vista.

Al verlo te tomó por sorpresa.

Era el, cocinando el demonio qué te secuestro estaba allí, no sabías si cocinaba para el, o para alguien o tal vez para ti? Era muy extraño eso, acaso los demonios pueden cocinar?

Pero también te tomo por sorpresa que estaba guiándose por un libro de cocina. De donde lo habrá sacado todo eso?

Te hacías preguntas y más preguntas sobre ellos. Pero no tenias respuestas aquellas dudas. Solo volviste a tu lugar en donde estabas no querías que te descubriera que loe estuviste espiando.

Ah solo voltearte el demonio estaba detrás de ti...podias ver la sombra de el, por miedo te quedaste congelada sin poder voltearte.

Querías decir algo para dar una excusa, pero al parecer no podías sentías esa mirada tan penetrante que te helaba la sangre. Solo diste un suspiro y al momento el habló...

que estás haciendo aquí? — dijo, mientras sujetaba una cuchara en sus manos (ksjsjskaa) se sentía enojado al verte allí, al haber descubierto de él cocinando.

Sin saber que el estaba cocinando para alguien especial. Y si ese especial eras tu.











Continuará!

Que me hicistes /Zohakuten/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora