Evie se despertó con el sonido de dos voces infantiles que la llamaban desde el otro lado de la puerta.
¡Mamá, mamá, despierta! - gritó Dylan, el mayor de los gemelos por un minuto.
¡Tenemos que ir al colegio! - añadió Emma, la menor y más traviesa.
EVIE se frotó los ojos y miró el reloj. Eran las siete y media de la mañana. Se levantó de la cama y se puso una bata sobre el pijama. Abrió la puerta y se encontró con sus dos hijos, que le sonreían con entusiasmo.
Buenos días, mis amores - les dijo abrazándolos-. ¿Están listos para el primer día de clases?
¡Sí, mamá! - exclamaron los gemelos al unísono.
EVIE los llevó al baño y los ayudó a lavarse la cara y los dientes. Luego los llevó a su habitación y les ayudó a vestirse con sus uniformes escolares.
Dylan llevaba una camisa blanca, una corbata azul, un jersey gris y unos pantalones negros. Emma llevaba una camisa blanca, una corbata azul, una falda gris y unas medias blancas. Ambos tenían el castaño y como su padre.
Ben tenía buena genética al fin de cuentas se parecían físicamente a él pero ,tenían el carácter de Evie.
Están guapísimos - les dijo evie-. Vamos a desayunar.
Evie los llevó a la cocina, donde les preparó unas tostadas con mermelada y unos vasos de leche. Mientras comían, Evie les preguntó sobre sus expectativas para el nuevo curso.
Quiero aprender muchas cosas nuevas - dijo Dylan, que era muy curioso e inteligente.
Yo quiero hacer muchos amigos - dijo Emma, que era muy sociable y divertida.
Estoy segura de que lo harán muy bien - les dijo
Evie terminó de recoger la mesa y les dio sus mochilas. Luego los llevó al coche y los condujo hasta el colegio. Era un prestigioso centro privado en las afueras de Londres, donde Evie gracias a su trabajo logró conseguir una beca para que sus hijos estudiaran allí.
Al llegar al colegio, Evie aparcó el coche y bajó con los gemelos. Los acompañó hasta la entrada, donde les dio un beso y un abrazo.
Que tengan un buen día - les dijo Evie-. Los quiero mucho.
Nosotros también te queremos, mamá - le dijeron los gemelos-. Hasta luego.
Los gemelos entraron al colegio y se mezclaron con los demás niños. EVIE los vio alejarse con una mezcla de orgullo y nostalgia. Recordó el día en que nacieron, hace cinco años. Fue el día más feliz y más triste de su vida.
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UNA NOCHE DE AVENTURA,UNA VIDA DE CONSECUENCIAS
Teen FictionBen, el rey de Auradon, siempre ha sido un chico responsable y comprometido con su reino. Pero una noche, decide escaparse de su rutina y vivir una aventura con Evie, la hija de la Reina Malvada. Lo que empieza como un juego inocente, se convierte e...
