Jennie Kim (Jenlisa)

capitulo 36

El clima se enfrió, por lo que se hizo difícil dar un paseo por el jardín después de la cena. Jennie no tenía que preocuparse por qué hacer con su tiempo libre, más bien, cada vez que estaba libre, se enamoraba del tejido.

Era una bufanda que quería enviar a Leo como regalo de fin de año y también para Año Nuevo. Trabajó diligentemente para poder enviarlo aproximadamente en el momento adecuado.

Como no podía cuidar el jardín ni dar un paseo, dedicó todo el tiempo que le quedaba a terminar la bufanda.

Después de tomar un baño, Jennie esperó a Lisa en el dormitorio, pero aún después de que pasó más tiempo del habitual, no vino. A medida que se acercaba el final del año, se puso mucho más ocupado.

O llegaba tarde al dormitorio o, a veces, enviaba un mensaje a la criada para que ella durmiera primero.

Luego intentaría exigir obstinadamente que el día de descanso de uno de cada cinco fuera reemplazado por el día perdido, pero Jennie no escuchó esa demanda.

Esto se debía a que sabía que una vez que escuchara, no habría fin.

Le pidió a la criada que le trajera su canasta de tejer porque parecía que llegaría tarde. Se sentó en la cama y comenzó a tejer la lana en forma de bufanda.

"¿Qué es eso?"

En algún momento, Lisa entró y estaba mirando con atención el tejido en sus manos. Ella había estado completamente absorta en tejer y no lo notó cuando entró.

Rápidamente limpió y colocó los materiales en la canasta.

"Tejido de punto. Estoy tejiendo una bufanda. Quiero enviárselo a Leo ".

Una bufanda de punto de lana. Fue un elemento que nunca fue necesario para Lisa. No era sensible al frío, así que incluso en invierno, no usaba ropa especial de invierno, mucho menos una bufanda para niños. Quizás incluso el destinatario del regalo, Leo, tendría que hacer un esfuerzo consciente para llevarlo puesto.

Su elección del patrón blanco sobre un fondo rojo mostró cuánto trataba a Leo como a un niño pequeño. Sintió un poco de pena, pero no tuvo más remedio que que Leo lo usara durante todo el invierno.

Tendrá que revisar la escolta colocada al lado del chico para asegurarse de que el chico realmente lo use. Lisa albergaba pensamientos malvados en su mente.

Aunque Lisa no quería una bufanda, no podía mover la mirada de donde ella se movía para colocar la canasta de lana de tejer debajo de la cama. Despidió a Leo, se deshizo del bebé zorro como un bono gratis, pero ella no volvió a ser completamente suya como él pensaba.

No sabía por qué había tantos lugares a los que podía dedicar su atención. Cuando recibió una carta del chico, estuvo llena de evidente emoción durante unos días.

"Ella es mi mujer antes de ser la madre del niño".

No estaba satisfecho con la atención que le dedicó a Leo. No podía expresarlo exactamente con palabras, por lo que refunfuñó para sí. Además, ella todavía no le había dicho su nombre de infancia.

Pero te dije mi secreto. Aunque no todo.

No era como si tuviera que haber una compensación, pero ...

'¿Por qué ese chico, Leo lo sabe pero yo no?'

Nunca pudo entender dónde ese chico era mejor que él mismo.

"¿Aprendiste a tejer a una edad temprana?"

Últimamente, Lisa aprovechó cualquier oportunidad que tuvo para preguntar sobre su infancia. Estaba obstinadamente decidido a escuchar el nombre de su infancia directamente de su boca. No quería preguntarle desde el principio ya que sentía que si ella se lo decía personalmente, era evidencia de que le había abierto su corazón hasta cierto punto.