Tendremos este bebé - KaiLu

La fiesta de inicio del nuevo semestre de la universidad se estaba celebrando con la temática de disfraces y máscaras. Se había preparado junto a sus amigos, Baekhyun y Woo Bin. Quienes estaban en la misma carrera con él, dedicándose a las artes escénicas y que se conocían incluso desde el instituto.

Los tres se habían arreglado en su casa, hablando de lo estresantes que habían sido los exámenes de todas las asignaturas, pero que al fin se había acabado y ahora tendrían tiempo para descansar.

Al llegar a la sala de eventos en donde se estaba realizando, el ambiente comenzaba a caldearse. Muchos estaban en la pista de baile, con sus cuerpos cubiertos por diversos disfraces que se frotaban en danzas casi pornográficas, otros se encontraban en grupos dispersos alrededor sirviéndose de las bebidas alcohólicas disponibles.

--¡Lu Han, vamos a la pista! —gritó Baekhyun en su oído. A la vez que le arrastraba hasta la zona mas iluminada de la pista, reconociendo enseguida su estrategia. La misma que usaban recurrentemente para que su amigo consiguiera a su ligue de la noche. Pegaron sus pelvis, meneándolas de lado a lado, sintiendo como los dedos de Baek se enterraban en sus caderas para poder ejercer poder sobre su cuerpo.

Mientras bailaban, notó como un chico muy alto se acercó a su amigo, inclinándose para hablar en su oído. Era la clara señal de que el plan de ambos había funcionado, y lo confirmaba la mirada de una persona exitosa que le devolvía su amigo junto a una sonrisa de disculpa por abandonarlo en el mar danzantes de cuerpos del lugar, lo bueno es que ahora solo le quedaba buscar a Woo Bin, que seguramente le esperaba en la barra.

Se movió por entre los bailarines, tratando de no tropezar, lo cual fue imposible. Pues una pareja disfrazada de Super-Man y super chica, chocó contra él, lo que causó un efecto dominó   y finalizo estrellándose contra otra pareja. Muy avergonzado se separó de ellos, disculpándose y apresurándose hasta la barra, en donde se sienta. Le pide al encargado de la barra una bebida cualquiera.

--Casi aplastas a la coneja bailarina, y el lobo no deja de estar pensando en venir a darte una buena golpiza—le habló un chico vestido de un mosquetero. Volteo a mirarlo, sonriendo con una sonrisa de labios abultados y ojos ocultos por un antifaz, que dejaba entrever unos bellísimos ojos juguetones de color marrón.

--Bueno, si eso pasa, puedo pedirle al mosquetero que me rescate ¿no? —trato de sonar coqueto, pero sabía que había resultado en solo un comentario torpe.  Pero el chico, no reacciono de mala forma. Sus ojos le escrutaron de pies a cabeza, por lo no dejó de dar las gracias que el traje de príncipe con antifaz que había elegido esa mañana había sido su mejor elección. El traje realzaba sus curvas, dejando que su trasero tuviera realce y su cintura fuera más fina, mientras que el antifaz que ocultaba la mitad de sus facciones faciales, pero que dejaba ver sus ojos caramelos y sus labios acorazonados semi abultados.

--Pienso en algo mas que un rescate...

Y eso fue la llave al sexo mas exquisito que ambos habían tenido. Subieron al segundo piso de la mansión en donde se llevaba a cabo la fiesta, y tras haber mirado en todas las habitaciones sin éxito, ambos coincidieron en que el balcón era un buen lugar. Se acercaron hasta uno de los costados de la entrada al balcón, mientras sus bocas se besaban de forma desesperadas.

Lu Han le dio la espalda al chico en todo momento, sus manos se sujetaban de los ladrillos de la casa, mientras el chico le bajaba los pantalones y lo estimulaba con su lengua. Sus piernas flanquearon la primera vez que sintió la húmeda y caliente lengua contra su fruncido ano. El moreno que le sujetaba con firmeza por los glúteos, amasándolos y apretándolos.

--¡Mmm! – de su boca escapaban los jadeos, mientras su cuerpo se relajaba y se entrega al momento de calor en que ambos tenían claro que era algo de una sola noche y que tampoco importaban quienes eran.